"Esta pandemia plantea numerosos retos en materia de acceso al derecho de asilo, pero es necesario que los Estados no pongan en cuarentena sus obligaciones con las personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares", señaló en una rueda de prensa Estrella Galán, directora de CEAR.
La crisis sanitaria no ha supuesto solo el cierre de fronteras, sino que ha conllevado también la paralización de los trámites administrativos para analizar las peticiones de asilo.
Según datos de Eurostat, a finales de abril de 2020 había ya 140.640 solicitudes pendientes de resolución en España, una cifra que solo supera Alemania en la UE.
Las dificultades para tramitar peticiones se reflejan claramente en las cifras recopiladas por CEAR: en lo que va de 2020 se registraron 37.400 peticiones de asilo, lo que si se proyecta al conjunto del año queda muy lejos de poder alcanzar las 118.000 solicitudes de 2019.
Además de denunciar la situación de estrés generada por la pandemia, CEAR ofreció este 19 de junio —en víspera del Día del Refugiado— datos que reflejan cómo la protección internacional disminuyó de forma alarmante a lo largo de 2019, un año en que las solicitudes se duplicaron respecto a 2018.
En 2019, España solo ofreció protección internacional al 5,2% de las personas solicitantes cuyo expediente fue resuelto, en contraste con el 24% de 2018 y el 31% de media en el conjunto de países de la Unión Europea el año pasado.
De las 60.198 personas afectadas por expedientes resueltos en 2019, un total de 1.653 (2,7%) lograron el estatuto de refugiado y otras 1.503 la protección subsidiaria (2,5%).
Muchas de las personas que quedaron sin ningún tipo de protección proceden de países donde la situación es especialmente grave, según denuncia CEAR.
Por ejemplo, se denegó otorgar protección al 98,9% de las personas solicitantes de Colombia, el 90,6% de las originarias de Palestina, el 88,5% de las nacionales de El Salvador, el 84% de las de Nicaragua y el 79,5% de las de Honduras.
Más allá de las pocas resoluciones favorables a los solicitantes, CEAR también denunció las múltiples trabas que enfrentan las personas que buscan asilo antes de poder tramitar sus peticiones en España.
"España siguió poniendo numerosas trabas para que muchas personas puedan solicitar asilo en nuestro país, con la persistencia de las devoluciones en caliente, la exigencia de visado de tránsito a las personas originarias de Siria, Palestina o Yemen, o dificultando los procesos de reagrupación", señaló Estrella Galán.
"Además se siguen produciendo enormes retrasos de formalización y documentación, y continúan los impedimentos para acceder al procedimiento en nuestra frontera sur, debido a la ausencia de vías legales y seguras", añadió.
Uno de los ejemplos de estas trabas es el caso de Ahmed, un joven yemení que se vio obligado a jugarse la vida en el mar por la falta de vías seguras para llegar a España y cuya historia forma parte del informe publicado por CEAR.
Desde CEAR subrayan como una "paradoja" que a quienes huyen del conflicto en Yemen, uno de los más cruentos de las últimas décadas, España les dificulte la entrada a través del visado de tránsito al tiempo que resuelve favorablemente la totalidad de las solicitudes de asilo presentadas de esta nacionalidad.
"Vemos cómo esta exigencia aboca a estas personas a tener que recurrir a traficantes y tomar rutas más peligrosas", concluyó Galán.