A pesar de las voces críticas, el sitio web polaco se describe a sí mismo como una herramienta que ayuda a prevenir el uso indebido de imágenes. Lanzado en 2017 como un proyecto para pasar el tiempo, este servicio empezó a comercializarse en el 2019 y hasta la fecha ha conseguido acumular a 6.000 usuarios.
Además, PimEyes ofrece un servicio premium con ayuda del cual se pueden introducir hasta 25 imágenes de diferentes personas y recibir alertas cada vez que se carguen nuevas fotos con ellas en línea. Actualmente 350 usuarios activos utilizan este servicio.
"Ver esta poderosa tecnología de vigilancia comercializándose es escalofriante. Está facilitando el acoso y pone a mujeres y niños en un peligro sin precedentes", destacó a la cadena BBC Silkie Carlo, directora de la organización sin ánimo de lucro Big Brother Watch, especializada en la defensa de los derechos civiles y de la privacidad.
No obstante, desde PimEyes aseguraron que la política de privacidad de su página evita que las personas la utilicen con los fines que Carlo mencionó. De hecho, PimEyes fue creada con la intención de ayudar a buscar perfiles falsos, imágenes filtradas y frenar el uso no autorizado de fotos.
Además, los representantes de la empresa aseveraron que su servicio no muestra imágenes subidas a Facebook o Twitter a pesar de que la cadena británica pudo haber encontrado las fotos de sus reporteros cargados en estas redes sociales.
Previamente el uso de imágenes de las redes sociales había causado un gran dolor de cabeza a la empresa estadounidense de reconocimiento facial ClearviewAI.
Esta compañía mostró más de 3.000 millones de fotografías publicadas de Facebook, Twitter y YouTube que ahora se utilizan por la Oficina Federal de Investigaciones, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU y otras 600 agencias policiales en todo el mundo para identificar a sospechosos. Las tres redes sociales se manifestaron en contra.
Aparte de violar la política de privacidad, los servicios parecidos son particularmente deficientes a la hora de identificar a personas afroamericanas. Por ello, las empresas estadounidenses IBM y Amazon han dejado de usar la tecnología de reconocimiento facial tras las protestas que azotaron EEUU a raíz de la muerte de George Floyd a manos de la Policía.
En el caso de Amazon, el uso policial de su software Rekognition ha sido vetado durante un año con el objetivo de permitir al Gobierno de EEUU decidir cómo quiere que se utilice esta tecnología en el futuro.