Después de que se diera a conocer un vídeo en el que aparece Giovanni López sometido por policías del municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos, grupos de personas se dieron cita durante tres días —del 4 al 6 de junio— en las inmediaciones de Jalisco para exigir justicia por la muerte del joven albañil.
Como respuesta, el gobernador del estado de Jalisco, Enrique Alfaro, salió por la noche del 4 de junio a emitir el primer mensaje, de una serie de comunicados, en relación a las manifestaciones por la muerte de Giovanni López.
"Esos hechos ponen en evidencia que detrás de todo lo que está sucediendo, en este caso en Jalisco, hay intereses muy precisos y muy puntuales construidos desde la Ciudad de México, desde los sótanos del poder, que lo que buscan es dañar a Jalisco", expuso Alfaro respecto a los ataques contra elementos policiales.
Por su parte, el presidente López Obrador rechazó cualquier tipo de acusaciones y expresó, en la conferencia matutina del día 5 de junio, sus deseos por esclarecer el caso de Giovanni López a través de las instancias correspondientes, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
La politización de la tragedia
En el mensaje del 4 de junio, Alfaro también lanzó una petición al jefe del ejecutivo para que "le diga a su gente y a su partido [Movimiento de Regeneración Nacional] que ojalá estén midiendo lo que están haciendo, el daño que le están generando al país con este ambiente de confrontación".
Para Jorge Ramírez Plascencia, profesor de la Universidad de Guadalajara (UDG), estas declaraciones son exageradas y pretenden exculpar al gobierno de la entidad. Pues tienen, como objetivo, "no asumir su responsabilidad en términos de sus propias decisiones [de Enrique Alfaro]".
Esta perspectiva es reforzada, además, con la realización de la Reunión Interestatal COVID-19 el día 5 de junio, en Tequila, Jalisco, en la que gobernadores —todos de la oposición— de ocho estados de la república se reunieron para discutir las acciones que realizarán en las entidades que gobiernan durante la emergencia sanitaria por COVID-19.
Bajo esta tónica, Ibrahim Lira, maestro en comunicación política por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dice que la actitud del gobernador de Jalisco para justificar la violencia en las protestas por el caso de Giovanni López responde a una estrategia de posicionamiento político.
"Alfaro lo que está generando es una especie de capital político; en el fondo, su intención es posicionarse como líder de la oposición. Bueno, por eso hace estas declaraciones tan incendiarias de hacer ver que López Obrador y su partido político están detrás de las manifestaciones contra el asesinato de Giovanni", expuso para Sputnik.
La perspectiva electoral de un conflicto
La polarización política en México es un fenómeno que se agudizó con la llegada de López Obrador a la presidencia, por cierta parte se debe al lenguaje que el propio mandatario usa para calificar a todos aquellos que no concuerdan con las políticas que se dictan desde el Ejecutivo.
De este modo, Ibrahim Lira expresó que lo que se observa a nivel de discurso en el conflicto de Alfaro contra López Obrador, es un reacomodo de las dinámicas políticas en perspectiva de las próximas elecciones —tanto las estatales como la presidencial—.
"Es un reacomodo de fuerzas políticas sobre todo de lado de la oposición. Estamos viendo que, en el desarrollo de esta Cuarta Transformación desde la toma de protesta de AMLO, no ha habido realmente un contendiente que le dispute a López Obrador/MORENA [Movimiento de Regeneración Nacional] las próximas elecciones", agregó.
Por lo tanto, las declaraciones de Alfaro van dirigidas a posicionarse como una figura protagónica de la oposición, la cual, eventualmente, podría ser quien contienda en las próximas elecciones contra el candidato del partido gobernante —MORENA—.
De tal suerte que, para Ramírez Plascencia, el caso de Giovanni López se convirtió en una especie de "juego político", en el que están presentes tanto el Gobierno Federal como los líderes de la oposición —en este caso, los gobernadores—.