La firma de este documento traerá cambios en varias esferas en lo que respecta a la relación entre los dos países mediterráneos, y también con otros países de la región, en un sentido más amplio.
El ámbito que más directamente toca el convenio desde el punto de vista italiano es el aspecto energético. En este contexto sale a relucir el gasoducto EastMed, el proyecto de un conducto que transportaría gas natural desde los yacimientos del Mediterráneo oriental hasta Grecia a través de Chipre, con el apoyo de ambos países y el de Israel y Egipto en un movimiento antiturco.
¿Qué puede esperar Italia?
El experto Francesco De Palo recuerda a Sputnik que Italia ha participado activamente en el proyecto del gasoducto, pero que no ha tenido una posición primaria, y este nuevo documento ofrece al país la oportunidad de aumentar su presencia en este proceso con miras a contribuir a que Italia se desarrolle como potencia energética.
La motivación prioritaria de Italia para participar en el proyecto es, por tanto, más bien la energía, y no el aislamiento de Turquía. Pero el italiano también recuerda que "el acuerdo está vinculado tanto a la cuestión de la lucha contra la inmigración ilegal como a la gran cuestión de las repercusiones que tendrá el caso libio, lo que afecta a un actor importante como Turquía".
En lo que respecta a la inmigración ilegal, De Palo se muestra desconfiado en cuanto a poder encontrar una solución, y considera que un problema tan serio no se puede resolver con un acuerdo bilateral.
¿Cómo se encuadra este último movimiento entre Italia y Grecia en el contexto de la Unión Europea? En este sentido, Francesco De Palo opina que el convenio pone de manifiesto un aspecto al que la unión no ha prestado suficiente atención.
"Este acuerdo muestra también que Europa no tiene una posición común frente al dosier energético y [a la cuestión] de Libia. La unión, una vez más, está faltando a uno de los principios elementales: hoy todos hablan de la unión bancaria, pero antes de hablar de deuda común son necesarias políticas comunes", sostiene el periodista.
¿Cómo se ve todo esto desde Grecia?
En lo que respecta a Grecia, Kostas Ifantis comenta a Sputnik que este acuerdo no es pone en valor que el documento muestra el compromiso griego con las normas de derecho internacional.
Cabría preguntarse qué es lo que ha retrasado tanto la firma del acuerdo. Los griegos lo tienen claro: Italia temía que el documento limitara su capacidad de pesca en determinadas zonas, dice el experto. "Pero hay que destacar que la situación con Turquía evidencia que lo último que nos tiene que preocupar es dónde faenan los pescadores italianos".