Ahí empezó una odisea que dispersó los referidos documentos por distintos países, aunque la mayor parte permanecieron en poder de las autoridades locales jordanas, hasta que Israel ocupó Jerusalén este en la guerra de 1967 y se apropió de ellos.
Muchas respuestas, más interrogantes
Aunque los manuscritos del mar Muerto dan respuesta a algunas de las cuestiones que se plantean los eruditos, el número de preguntas que suscitan no es inferior. Para responderlas sería necesario recomponer los 25.000 fragmentos en los 930 manuscritos distintos que los expertos calculan que existieron en su día, una tarea gigantesca que los estudiosos no han logrado completar después de siete décadas de estudio. Para complicar las cosas, se sabe que un número desconocido de pequeños fragmentos se han perdido para siempre en el transcurso de los años.
Esos eruditos han aplicado sofisticados métodos de computación para establecer la secuencia del ADN de la piel de los animales donde se escribieron los fragmentos, y de esa manera han podido catalogar fragmentos pertenecientes a 26 manuscritos. El método es sencillo y consiste en juntar los fragmentos que tienen la misma secuencia de ADN.
"Hay numerosos fragmentos de rollos que no sabemos cómo conectar entre sí, y si conectamos piezas erróneas, la interpretación de los rollos puede cambiar dramáticamente", explicó el profesor Oded Rechavi, de la Escuela de Neurociencia Sagol de Tel Aviv al diario Haaretz. "Asumir que los fragmentos que vienen de la misma oveja pertenecen al mismo rollo, nos permite juntar las piezas del rompecabezas".
Los investigadores empezaron recogiendo muestras de los fragmentos. En la mayoría de casos, para evitar hacer daño a los fragmentos, extrajeron el ADN del "polvo" de los fragmentos que se desprendía de manera natural. "No se nos permitió tocar los rollos", explicó la doctora Sarit Anava, de la misma Escuela de Neurociencia, la encargada de llevar el "polvo" de los pergaminos a un laboratorio genético de Upsala, en Suecia, para su análisis.
Los manuscritos más antiguos
La idea de llevar a cabo este tipo de análisis del DNA ha estado circulando desde hace muchos años en los medios académicos, pero hasta ahora no se había dado el paso definitivo. Todos los científicos y profesores coinciden en que ha sido un gran éxito que permitirá que el estudio de los Rollos del mar Muerto avance de una manera vertiginosa en los próximos años.
Los Rollos permiten a los estudiosos formarse una idea aproximada de cómo era una facción del judaísmo que desapareció poco después, aunque pudo dejar una huella en las incipientes comunidades cristianas.