El relativamente nuevo Museo de la Biblia de Washington recogía 16 pergaminos procedentes del mar Muerto, comúnmente conocidos como Manuscritos del Mar Muerto o Rollos de Qumrán. Pues bien, recientemente un colectivo de expertos ha asegurado que todos ellos son falsos.
El valor de esta antigüedad, mientras se creía en su autenticidad, parecía evidente, dado que los documentos contenían uno de los textos bíblicos en hebreo más antiguos conocidos. Por ello, la dirección del muso adquirió 16 unidades por cerca de un millón de dólares.
Estos pergaminos fueron adquiridos a principios de este siglo de entre los materiales que forman los llamados fragmentos post-2002, un grupo de unos 70 fragmentos de texto bíblico que entraron en el mercado de antigüedades en la década del 2000. La nueva investigación pone en tela de juicio todas estas piezas.
En cuanto a la reacción del propio museo, el CEO del centro, Harry Hargrave, ha declarado que se siente estafado: "el Museo de la Biblia intenta ser lo más transparente posible. Somos víctimas: somos víctimas de una distorsión, somos víctimas de un fraude".