El documento resultó ser un calendario especial utilizado por una secta judía que vivió en el desierto de Judea durante el período del Segundo Templo —entre el 530 a. C. y el 70 d. C.—.
El rollo, que está escrito en lenguaje cifrado, consta de 60 fragmentos diminutos, algunos de los cuales miden menos de un centímetro cuadrado. Un investigador había determinado previamente que estos fragmentos eran partes de seis pergaminos diferentes.
Ahora, Eshbal Ratzon y Jonatan Ben-Dov, del Departamento de la Biblia de la Universidad de Haifa, lograron decodificar y reconstruir con éxito uno de los dos últimos rollos. Los resultados de su trabajo, que fue financiado por la Israel Science Foundation, se publicaron en el Journal of Biblical Literature. Los dos ahora están trabajando para descifrar el último rollo.
La secta de Qumran era un grupo extremista que se retiró al desierto después de sufrir persecución a manos del régimen hebreo gobernante. Según Ratzon, su calendario de 364 días difiere del utilizado por otros judíos de la época.
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