Se observa que, desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 en el mundo, el genoma del virus ha mutado tanto que en este momento es posible identificar y seguir sus variedades.
Los investigadores de EEUU han desarrollado un algoritmo que permite el aislamiento rápido de secuencias genómicas, que han utilizado para estudiar más de 10.000 muestras de SARS-CoV-2 de diferentes regiones del mundo.
"El uso de este método nos permitió combinar tipos de secuencias en grupos clonales claramente separados, (...) el análisis de 10.422 muestras de SARS-CoV-2 reveló los seis grupos clonales principales que circulan por el mundo", indica el documento.
Según los científicos, la presencia de genomas inherentes a una especie está estrechamente relacionada con factores geográficos. Por ejemplo, los genomas del grupo CC256 son más comunes en EEUU, el denominado CC258 es habitual para el país norteamericano y Europa, y el CC800, para Oriente Medio.
Los investigadores aseguran que ese algoritmo se puede usar para seguir posibles mutaciones y el origen de cualquier virus.