"Las partes celebraron consultas sobre la solución de eventos recientes en la frontera, sobre el mantenimiento de la paz y la estabilidad en las zonas fronterizas ", dijo Hua.
Señaló que las dos partes acordaron "evitar que las diferencias se conviertan en un conflicto, así como mantener la paz y la tranquilidad en las zonas fronterizas mediante esfuerzos conjuntos, y crear una atmósfera favorable para desarrollar las relaciones bilaterales de manera saludable y estable".
La portavoz apuntó que la situación actual en la frontera indio-china es estable y permanece bajo control.
"Ambas partes expresaron su deseo y capacidad de solucionar los problemas relevantes de manera adecuada mediante consultas y negociaciones", indicó.
China y la India disputan una parte del territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado Arunachal Pradesh. La línea actual de control pasa por la región de Ladakh.
En 2017, militares indios y chinos mantuvieron un tenso frente a frente en otra zona tibetana, Doklam (Donglang, para Pekín), una pequeña meseta que se encuentra en una zona de importancia estratégica para Nueva Delhi y es disputada por China y el Reino de Bután.
La situación en el este de Ladakh se agravó después de que unos 250 soldados chinos e indios se enfrentaran en la noche del 5 de mayo en la zona de Pangong Tso. La violencia, que se prolongó hasta el día siguiente, dejó más de 100 heridos en ambos bandos y cesó tras una reunión de jefes locales.
Ambos países desplegaron tropas adicionales en la zona a raíz del incidente.