"Sinceramente pensé que todos estos males se quedarían con el Gobierno (del Movimiento Al Socialismo) que se fue, pero lamentablemente no es así, la persecución, ambición y abuso continúan igual o peor", dijo Leyes al anunciar su renuncia en una conferencia de prensa.
El alcalde de la cuarta ciudad boliviana por población alzó las manos al día siguiente de que un juez le diera permiso para asistir a su oficina bajo arresto domiciliario, mientras enfrenta un juicio por corrupción en una compra de provisiones diarias de comida para policías y militares.
Suspendido aunque no destituido, Leyes pasó los dos últimos años entre arresto domiciliario y cárcel, primero como víctima declarada de una supuesta persecución política de parte del MAS y en las últimas semanas como blanco de ataques del Gobierno de Áñez.
"Me es imposible continuar al mando del municipio, por ello he tomado la decisión de dejar la Alcaldía de Cochabamba", dijo Leyes, denunciado que su familia fue amenazada por supuestos agentes del Gobierno.
El renunciante responsabilizó del "hostigamiento" al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, hombre fuerte de la actual administración, que no milita formalmente en el partido Demócratas pero parece gozar de la confianza presidencial plena.
Demócratas se ha aliado con varias agrupaciones regionales menores para formar el frente Juntos que postula a Áñez a la presidencia de Bolivia en las elecciones que según un reciente acuerdo político podrían realizarse el 6 de septiembre.
El Concejo Municipal de Cochabamba, controlado por el MAS, debe designar un alcalde interino hasta la realización de elecciones locales, previstas para después de los comicios nacionales.