La escena tiene lugar en el Khao Kheow Open Zoo de Tailandia. El vídeo capta el momento en que una boa se dispone a hacer de un desafortunado ciervo su próximo banquete, para lo que usa la típica técnica de constricción de las serpientes.
Su víctima parece desmoralizada y permanece inmóvil, resignada a morir. Pero entonces una rama de gran tamaño entra en el plano. Se trata de un trabajador, que decide echar un cable al mamífero y, de paso, liberar la carretera.
Tras varios golpes, el reptil se siente amenazado y finalmente abandona el lugar. El ciervo, en cuanto nota que su depredador empieza a levantar presión, sale corriendo de una situación que, de no ser por los caprichos del destino, habría sido su fin.