En una rueda de prensa Maas reconoció que "existen problemas por ambas partes" y que "en Europa hay un debate sobre si la evolución del tema de las selvas de Brasil corresponde al espíritu de este acuerdo".
"Espero que respecto a todos estos temas que requieren explicación logremos crear tanto en América Latina como en Europa las condiciones para que se pueda implementar lo que está plasmado en este acuerdo, en particular mejorar las relaciones comerciales para el bien de ambas partes, y que este acuerdo pueda ser implementado", declaró Maas.
La entrada en vigor requiere el ajuste jurídico y técnico de los textos y la ratificación en los parlamentos de los países miembros del bloque sudamericano, del Parlamento Europeo y de los miembros de la UE.
El acuerdo abriría a los países del Mercosur un mercado de 500 millones de habitantes, mientras que los europeos podrían colocar sin restricciones sus productos en una región donde viven otros 300 millones de personas.
En octubre de 2019 Francia anunció que no firmará el acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur argumentando que Brasil "no respeta la selva amazónica" y "no respeta el Acuerdo de París (sobre cambio climático)".