"Somos socios naturales, unidos por nuestros lazos históricos, culturales y económicos. ¡Esperamos seguir mejorando nuestra cooperación!", tuiteó este martes 25 el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, al informar que estaba desayunando con los 26 embajadores latinoamericanos y caribeños acreditados.
Si bien bajo su mandato en la cancillería España reconoció a Juan Guaidó como "presidente encargado" de Venezuela, según Pascual siempre "hizo gala de cierto pragmatismo".
Recordó lo que el político decía cuando se refería al tema: "Hay cientos de miles de españoles, hay empresas, y voy a tener que seguir negociando con el Gobierno que realmente gobierna Venezuela, que no es este señor, por más que le queramos poner títulos fuera de la frontera de ese país".
Pascual, analista en el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), afirmó que la relación de España con la región es clave por varias razones.
"La primera es el peso estratégico que tiene Latinoamérica en términos económicos: 30 % de la inversión extranjera de capital español en el mundo se hizo en América Latina (...) dicho de otra forma, casi 10 % de todo lo que se invierte en esa región lo invierten capitales españoles".
Para comparar esta dimensión, Pascual aportó que "EEUU solamente destina a América Latina 4 % de su inversión".
Aznar, rupturista pero alineado
Esto se notaba claramente, dijo el entrevistado, en la política de buenos vínculos hacia Cuba que incluso era defendida por el fundador del Partido Popular (PP), Manuel Fraga Iribarne. Pero llegó al Gobierno el conservador José María Aznar (1996-2004) y "da un giro a esa política y las alinea con la estadounidense. Adopta una posición ideológica y se aleja de esas posiciones tradicionales", explicó.
Pascual reseñó que con la vuelta al poder del PSOE de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) "y luego con Mariano Rajoy (2011-2018), del ala moderada dentro del PP, empiezan a girar las políticas españolas hacia América Latina. Una de las primeras es cambiar la vía beligerante que mantenía toda la UE con Cuba a petición de la España de Aznar".
El exdiputado de Podemos por Sevilla indicó que "cuando llega de nuevo el PSOE con Sánchez, y además en coalición con Podemos, que es un partido que tiene lazos tradicionales con América Latina, esta vuelta al pragmatismo se acelera".
"El hecho de tener a alguien que te cuente de primera mano lo que está pasando en América Latina sentado en el Gobierno indudablemente ayuda a que esa posición pragmática esté más presente todavía", agregó.
Señales son señales
Otra fue cuando el propio jefe de Gobierno se refirió el 12 de febrero a Guaidó como líder de la oposición, quitándole el estatus de "presidente encargado".
En esta línea también se cuentan el apoyo a la Embajada de México en Bolivia para el salvataje de aliados políticos de Evo Morales tras el Golpe de Estado de 2019, y el fuerte respaldo al Ejecutivo de Argentina en su negociaciones con el FMI para reestructurar su deuda externa.
"España tiene una voz muy importante en el continente europeo por la relación histórica pero también por el peso de la relaciones económicas que mantiene, de la misma forma que Francia la tiene con África. Esto creo que es clave a la hora de entender las sinergias naturales que se han mantenido en España salvo el paréntesis del aznarismo", concluyó.