"Ninguna ley está escrita en piedra; evaluando la situación de esta enfermedad (COVID-19) que está en todo el territorio, escucharemos al Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuando nos pida modificar nuevamente el calendario electoral", dijo el presidente de la Cámara de Diputados, el masista Sergio Choque.
El jefe de la cámara baja pareció seguir así la línea marcada el domingo por Morales, quien en Twitter dijo desde su exilio en Argentina que el MAS aceptaría "flexibilizar la fecha de elecciones para proteger la salud y garantizar el voto del pueblo".
El parlamento, en desacuerdo con el Gobierno transitorio de Jeanine Áñez -quien también es candidata presidencial-, sancionó a fines de abril una ley que manda realizar a más tardar el 2 de agosto la votación general que estaba programada inicialmente para el 3 de mayo y que quedó en suspenso por la emergencia sanitaria.
Cuando se sancionó esa ley, el Ministerio de Salud pronosticaba que el pico de la pandemia sería alcanzado a fines de mayo, pero los datos epidemiológicos más recientes sugieren que eso todavía no ha sucedido, por lo que el confinamiento nacional variable por regiones ha sido prolongado hasta el 30 de junio.
"Manifestamos en su momento, de acuerdo al comportamiento de la enfermedad y a instancias del TSE, que podíamos ver la posibilidad de modificar el calendario electoral, pero eso estará sujeto a una evaluación de una comisión científica que nos dé (...) esa lectura de que la enfermedad ha avanzado bastante y no es conveniente llevar en esa fecha (2 de agosto) el acto eleccionario", dijo Choque.
Las elecciones de este año fueron acordadas por las fuerzas políticas bolivianas como vía de salida de la crisis de octubre y noviembre de 2019, que incluyó la caída de Morales y la autoproclamación de la senadora derechista Áñez.
Antes de la emergencia sanitaria y la cuarentena nacional, el candidato presidencial del MAS, Luis Arce, aparecía en las encuestas de intención de voto como claro favorito, con grandes posibilidades de conquistar el gobierno en primera vuelta.
Luego se ubicaba el expresidente neoliberal Carlos Mesa (2003-2005) y en tercer lugar figuraba la presidenta Áñez.