El pasado 24 de mayo, la empresa minera empleó explosivos para agrandar una mina de hierro en la región de Pilbara en Australia. Como resultado, terminó demoliendo varios refugios indígenas que eran considerados patrimonio cultural.
"Lamentamos la angustia que hemos causado", dijo la compañía en un comunicado.
Tras la explosión, Rio Tinto que opera en esta región de Australia desde el año 2013 se comprometió a aprender de lo ocurrido y fortalecer la relación con los pueblos indígenas originarios.
Por su parte, los representantes de las tribus aseguran que esta pérdida es un "golpe devastador" para los pueblos originarios.
"Nuestro pueblo está profundamente preocupado y triste por la destrucción de estos refugios. Estamos afligidos por la pérdida de la conexión con nuestros antepasados y nuestra tierra", dijo John Ashburton, representante de una de las tribus al medio Mirror.
Rio Tinto dijo en ese entonces que tenía una larga relación con las comunidades indígenas del lugar y que la demolición se hizo con todas las aprobaciones necesarias.
"La destrucción de este sitio sagrado destaca otra de las fallas de las leyes ambientales de Australia. Está claro que necesitamos leyes más fuertes, o continuaremos viendo nuestro medioambiente y sitios sagrados destruidos para las grandes empresas", ha denunciado a través de su cuenta de Facebook.