Se trata de un agujero negro estelar que, junto con su estrella compañera, forman un sistema conocido como MAXI J1820+070. Se encuentra en la Vía Láctea y está ubicado a unos 10.000 años luz de nuestro planeta. Su masa es equivalente a la de ocho soles, mientras que la estrella que le orbita es de cerca de la mitad de la masa del astro rey.
La fuerte gravedad del agujero negro aleja material de su estrella compañera hacia un disco emisor de rayos X que rodea al primero. Mientras una parte del gas caliente se la traga el agujero negro, la otra no cruza el llamado 'horizonte de sucesos', es decir, el punto de no retorno. En su lugar, esta segunda parte la expulsa del agujero negro a través de algunos haces cortos de material, los chorros, explica la NASA. Estos chorros apuntan en direcciones opuestas y son lanzados "desde fuera del horizonte de eventos a lo largo de las líneas del campo magnético".
Las imágenes que han registrado dicho fenómeno en el sistema MAXI J1820+070 se tomaron con el observatorio de rayos X Chandra (CXC) de la NASA, un telescopio espacial similar al Hubble. Las instantáneas que revelan la explosión del agujero negro se registraron en cuatro fechas distintas: en noviembre de 2018 y, luego, en febrero, mayo y junio del año siguiente.

De acuerdo con la NASA, desde la perspectiva de nuestro planeta, parece que el chorro del norte se mueve a un 60% de la velocidad de la luz, mientras que el del sur se desplaza a un impresionante 160% de la velocidad de la luz. La agencia espacial estadounidense detalló, además, que solo se han visto "otros dos ejemplos de tales expulsiones a alta velocidad en rayos X de agujeros negros de masa estelar".