"Esta orden ejecutiva es un acercamiento reaccionario y politizado a una ley histórica. La Sección 230 protege la innovación y la libertad de expresión de Estados Unidos, y está basada en sus valores democráticos. Los intentos de erosionarla de manera unilateral amenazan el futuro de la libertad de expresión en línea y las libertades de internet", dice el comunicado oficial de Twitter.
Por su parte, en un tuit separado el director de comunicaciones estratégicas de Facebook, Liz Bourgeois, también criticó la orden ejecutiva de Trump.
"Confiamos en la protección de la libertad de expresión en nuestros servicios, y protegemos nuestra comunidad del contenido dañino, incluido aquello diseñado para impedir que los votantes ejerzan su derecho a votar", dijo.
El 28 de mayo Trump firmó una orden ejecutiva sobre las redes sociales, en que dio 60 días al Departamento de Comercio para que solicite a la Comisión Federal de Comunicaciones que elabore unas nuevas regulaciones para aclarar la Sección 230 de la Ley de Decencia de Comunicaciones.
En opinión del presidente estadounidense, las redes sociales recurren a una "censura selectiva" y actúan como editores etiquetando los contenidos que califican de inapropiados, y al mismo tiempo no asumen la misma responsabilidad que los editores.
El mandatario norteamericano subrayó que, debido a esa legislación, las redes sociales como "Twitter, Facebook, Instagram, y YouTube ejercen un poder enorme, por no decir sin precedentes, para dar forma a la interpretación de eventos públicos, censurar, eliminar o hacer desaparecer la información y controlar lo que la gente ve o no ve".
Trump, asiduo usuario de Twitter, firmó esta orden la misma semana que esa red social colocara una notificación de verificación a dos tuits del presidente estadounidense en que critica el voto por correo, diciendo que si se organiza de esa manera provocará "una elección fraudulenta".
Después de que Trump firmara el documento, Twitter volvió a marcar uno de sus tuits.
Esta vez, el presidente norteamericano amenazó con enviar la Guardia Nacional a Minneapolis, que lleva tres días afectada por protestas raciales, para que disperse esas manifestaciones. La red social escribió que ese tuit "incumplió las Reglas de Twitter relativas a glorificar la violencia", pero "Twitter determinó que puede ser de interés público que dicho tuit permanezca accesible".