Con la diversidad y la inclusión como banderas, la fiesta Bresh se realiza en Argentina desde 2016. Plantea un nuevo concepto de discoteca, desde lo musical al mezclar estilos como reguetón, pop, electrónica y cumbia, hasta lo humano.
2020 era el año en el que tenían planeado internacionalizar la fiesta, pero la llegada del coronavirus a principios de marzo les cambió los planes. Al ser Instagram su red social de cabecera, empezaron a explorar opciones para continuar haciendo eventos por este medio.
"La primera Bresh en casita fue el 4 de abril y fue un éxito rotundo, no dimensionábamos a la cantidad de gente que podíamos llegar. Pensábamos que si lo veían 5.000 personas era una locura, y participaron 25.000", agregó Rodríguez.
En la séptima edición 84.000 personas bailaron en simultáneo y hubo 800.000 participantes en total, durante toda la noche del sábado. Empezaron siendo de dos horas pero ahora se extienden hasta el amanecer, con reconocidos DJ que transmiten en vivo por Instagram desde sus casas e influencers y personalidades que se suman a la fiesta y la difunden en sus redes sociales.
Mientras que a las fiestas presenciales asiste un público de entre 18 y 25 años, en las virtuales participan personas de todas las edades y nacionalidades. Muchos se visten y se maquillan, como si fueran a salir, se preparan un trago y bailan hasta el amanecer respetando la cuarentena.