A la colombiana Avianca, la argentina Aerolíneas Argentinas y la panameña Copa, se sumó en los últimos días LATAM. Ni siquiera las más importantes aerolíneas latinoamericanas salieron indemnes de la crisis mundial que afecta al sector. Este martes 26 de mayo fue el turno de LATAM, la más grande de la región con 40.000 trabajadores directos. La aerolínea de capitales mayoritarios chilenos y con aportes de accionistas qataríes y estadounidenses comenzó su proceso de bancarrota.
"Las restricciones de vuelos y el tiempo que llevan sin poder operar puede ser un golpe fatal para las aerolíneas latinoamericanas, con certeza", dijo a Sputnik Luciana de Araujo Gil, consultora en marketing y docente de la Universidad Diego Portales en Chile. Para la especialista en comportamiento de los consumidores, no sería extraño que algunas no logren recuperarse.
"Yo creo que muchas de ellas no estaban con el funcionamiento interno más adecuado y no trabajaban con un mínimo de personal. Entonces ya había mucha grasa para cortar (...). Entonces van a empezar primero cortando la grasa y principalmente las [aerolíneas] latinoamericanas que, como tenían poca competencia, estaban acostumbradas a que la plata siempre venía y ahora no es más así", señaló la entrevistada.
"Las empresas de transporte aéreo tienen un negocio mixto. No solo transportan pasajeros, también transportan carga en la región y te diría que es casi tan importante una como la otra. Sobre todo se ve en este momento la relevancia de la carga porque esas operaciones siguen intactas, es más, han crecido", afirmó Dina Feller, dirigente de la Red.
De acuerdo con la sindicalista, lo que hacen las empresas es una "extorsión" desde que inició el brote de coronavirus. Por un lado, a los trabajadores para que acepten salarios más bajos ante la amenaza de inminentes despidos. Por otro a los gobiernos, a los que piden rescates y beneficios especiales como condición para mantener la operación y asegurar la conectividad en los países.
"Nos decían que no podíamos usarlos por estética", agregó. Esto hizo que fueran los funcionarios los primeros focos de contagio en sus países de residencia, como sucedió en Perú donde el primer caso fue un piloto.