Según informa la televisión pública RTVE citando a fuentes gubernamentales, el departamento de Interior señala una "pérdida de confianza" como motivo del cese.
Más allá de la versión oficial, todo apunta a que el cese de este coronel se debe a la elaboración de un informe remitido a un juzgado de instrucción de Madrid en el que se investiga al delegado del Gobierno en la capital española por un presunto delito de prevaricación.
En concreto, la investigación intenta dilucidar si el Gobierno permitió la celebración de las marchas feministas del 8 de marzo en Madrid por motivos políticos a pesar de tener indicios de que podría haber un importante riesgo de contagios de coronavirus.
El informe elaborado por Pérez de los Cobos apoya esta teoría, aunque para ello se basa en recortes de prensa con declaraciones sacadas de contexto, diversos bulos corridos por redes sociales e incluso en inexactitudes como asegurar que la OMS ya había declarado la pandemia el día de la manifestación, cuando lo hizo tres días después.
En cualquier caso, el cese por "pérdida de confianza" de Pérez de los Cobos provocó un terremoto político. El Director Adjunto Operativo (DAO) —número dos de la Guardia Civil presentó su dimisión en protesta por el cese, y ahora también fue destituido el número tres del cuerpo, lo que descabeza el cuerpo en apenas unos días.
Este mismo 27 de mayo, el ministro del Interior compareció en el Congreso de los Diputados, donde defendió los cambios como una simple "remodelación" en la cúpula de la Guardia Civil.
"A quien debe cesar Sánchez es a Marlaska", respondió Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular, que calificó las destituciones de estos días como una "purga".
En medio de la crisis, Marlaska anunció una subida salarial a los integrantes de la Guardia Civil, un movimiento que se enmarca dentro de un proceso para igualar el salario de estos funcionarios a los de las policías autonómicas, pero cuyo "timing" evidencia un intento por amortiguar el descontento del cuerpo en plena crisis.