"Durante un entrenamiento táctico conjunto, las fuerzas navales de Siria y Rusia se capacitaron en la defensa universal de la base de Tartus", declaró a periodistas Rodiónov, al dar por cumplidos todos los objetivos propuestos.
Militares de ambos países, según él, neutralizaron a cuatro buzos que habían simulado la instalación de un artefacto explosivo en el fondo marino y a sus cómplices que habían intentado acceder a la base naval en una lancha rápida.
En el entrenamiento participaron buques dragaminas y lanchas de misiles de Rusia y Siria.
En 2017, Moscú y Damasco firmaron un acuerdo sobre el despliegue en Tartus, por un período de 49 años, de un centro de mantenimiento técnico de la Armada rusa.