Es el primer domingo tras el confinamiento por el COVID-19 que el papa bendecirá a los feligreses desde su ventana. Este hecho marca un retorno gradual a la normalidad en el Vaticano después de un largo confinamiento.
Los servicios de misa fueron transmitidos en vivo desde el 9 de marzo, ya que la Basílica de San Pedro y otros sitios religiosos fueron cerrados al público por las medidas de confinamiento por el COVID-19 en Italia.
El pasado 18 de mayo las autoridades de Italia dispusieron reanudar la administración del culto en las iglesias del país a condición de que los creyentes observen rigurosamente el distanciamiento social y usen mascarillas y guantes, a la entrada se les medirá la temperatura obligatoriamente.