Aunque quizá el nombre no te suene, ella ha inspirado novelas, ensayos, películas, obras de teatro y documentales. De hecho, inspiró el personaje de María la Sangrienta de la marca de comics Marvel. Si es villana o víctima queda a juicio del espectador, pero su historia es impactante para todo el que la conoce.
Marvel actually made a fictional character inspired by her in their comics called Typhoid Mary or Bloody Mary.
— راكان راضي (@RakanRadi) February 23, 2018
The more you know🤔🙌🏼 pic.twitter.com/1gscYtiRtC
Mary Mallon nació en Irlanda del Norte en 1869, diez años antes de que el patólogo alemán Karl Joseph Eberth realizara los primeros estudios sobre la fiebre tifoidea y descubriera la bacteria Salmonella typhi, causante de la enfermedad.
La salmonela es un género bacteriano que causa algunas de las más frecuentes intoxicaciones alimenticias en todo el mundo. A lo largo de la historia, la fiebre tifoidea ocasionó varias epidemias, y Mallon fue, sin saberlo, una de sus principales dispersoras a principios del siglo XX.
Al año siguiente, instalada en Manhattan, empezó a trabajar para otras familias de la zona, y el patrón se repitió: todos para quienes trabajaba se contagiaron. En 1906 pasó a trabajar para la familia del conocido banquero Charles Warren, en Long Island, donde rápidamente seis de los 11 habitantes de la casa debieron ser hospitalizados por fiebre tifoidea.
1915-Typhoid Mary [Mary Mallon] is arrested in NYC and returned to quarantine for the rest of her life (d. 1938) She is the prototype for the asymptomatic shedder of a disease. There are many asymptomatic Covid19 shedders out there. That’s why staying at home is key. Please try! pic.twitter.com/Q6O4L6ioTf
— Michael Hirsh (@MichaelHirsh4) March 27, 2020
Warren contrató entonces al ingeniero civil George Soper, que se especializaba en brotes de fiebre tifoidea, para estudiar si la casa estaba en condiciones sanitarias suficientes o si el contagio se había dado por otro lado. Efectivamente, la residencia estaba en óptimo estado, lo que llevó a Soper a investigar a la cocinera.
El ingeniero rastreó los anteriores trabajos de Mallon y contabilizó, en total, 22 personas contagiadas entre sus tres anteriores empleos. De los casos, una niña había resultado muerta por la enfermedad.
El mismo año, el test de fiebre tifoidea que le realizaron dio un resultado sorprendente: negativo. Mallon se convirtió en la primera portadora asintomática del bacilo causante de la fiebre tifoidea en Estados Unidos.
Tres años más tarde, un inspector de salud resuelve liberarla en tanto ella se comprometiera a no continuar trabajando como cocinera. Sin embargo, Mallon se presentó bajo el nombre de Mary Brown y continuó dedicándose a lo único que sabía hacer en hoteles, restaurantes y hogares.
En 1915 surgió otro grave brote de fiebre tifoidea en Manhattan e, inevitablemente, las investigaciones llegaron a ella. La prensa comenzó a llamarla 'Typhoid Mary' y creció su repudio social. Esta vez no hubo concesiones para Mallon: el aislamiento fue total y duró por el resto de su vida, unos largos 23 años.
La historiadora Judith Leavitt, autora del libro La fiebre tifoidea: rehén de la salud pública, ha remarcado la necesidad de observar el caso de Mallon con un ojo crítico. Si bien a priori podría entenderse que la cocinera tuvo un comportamiento irresponsable socialmente, sostiene que se trata de un caso en que la salud pública no le dio seguridades ni atención suficiente por tratarse de ser mujer, pobre e inmigrante.
Según subraya, era una mujer soltera, de mediana edad y sin formación para ganarse la vida alejada de la cocina; y en lugar de darle apoyo la condenaron a medio siglo de reclusión absolutamente sola.