Google confirmó en sus comentarios al medio que "no creará sus propios algoritmos de inteligencia artificial para facilitar la extracción en el sector del petróleo y el gas".
Esa decisión, explicó la revista, implica que las tecnologías de la compañía estadounidense en el ámbito del procesamiento de los datos no se utilizarán para acelerar el proceso de búsqueda de yacimientos petrolíferos o para pronosticar dónde es más probable que las compañías encuentren el petróleo.
El gigante tecnológico tomó esa decisión después de que la ONG ambientalista Greenpeace publicara un informe detallado sobre las ventas realizadas por Google, Microsoft y Amazon de sus tecnologías a las compañías de petróleo y gas para ayudarles a acelerar la extracción.
En 2019, Google comunicó que sus ingresos procedentes del trabajo con compañías petroleras y gasísticas totalizaron unos 65 millones de dólares, menos del 1% de los ingresos de Google Cloud.