Ucrania introdujo sanciones por tres años contra varias instituciones culturales y científicas de Rusia, en particular contra la Sociedad Geográfica Rusa, el Hermitage, el Museo de Bellas Artes Pushkin, el Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias de Rusia, varias instituciones arqueológicas y la Universidad Federal de Crimea.
Da la impresión de que a Kiev se le agota su arsenal de ideas rusófobas, puesto que empieza a apuntar sus ataques contra las instituciones de la cultura rusa y también la mundial, como es el caso del Hermitage, dijo y preguntó "¿qué vendrá después, empezará a quemar libros de la literatura clásica rusa, como lo hacían los nazis?".
Además, Kuznetsov declaró que las sanciones impuestas por Ucrania contra instituciones culturales y educativas de Crimea, no tienen ninguna importancia práctica.
"La inclusión a las instituciones culturales y educativas de Crimea en las llamadas sanciones solo destaca con qué desprecio e indiferencia las autoridades ucranianas tratan a esos establecimientos que supuestamente, según afirman, se encuentran en su territorio", dijo Kuznetsov.
Esas sanciones, indicó, "no tienen ningún importancia práctica".
"Bajo la presión de Kiev y sus patrocinadores occidentales toda la cooperación con socios de la Unesco en Crimea fue suspendida totalmente", afirmó.
Las relaciones de Moscú y Kiev siguen tensas desde marzo de 2014, cuando la península de Crimea se escindió de Ucrania y se reincorporó a Rusia tras celebrar un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes —más del 96%— avaló esa opción.
Las autoridades ucranianas consideran a Crimea un territorio "provisionalmente ocupado".
Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que los habitantes de Crimea, de manera democrática y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU, votaron a favor de la reunificación con Rusia. Según el presidente de Rusia, Vladímir Putin, el tema de Crimea "está cerrado definitivamente".
Tergiversaciones de medios sobre COVID-19 en Rusia
Además, Alexandr Kuznetsov declaró a Sputnik que debatió con el organismo las publicaciones de The New York Times y Financial Times sobre una supuesta manipulación de datos de mortalidad de COVID-19 en Rusia.
El periódico británico The Financial Times afirmó que en Rusia la mortalidad por el COVID-19 puede superar los datos oficiales en más del 70%, mientras que el estadounidense The New York Times alegó que las autoridades rusas quitaron unas 1.700 muertes de las estadísticas oficiales.
"El lunes 18 de mayo hablé sobre el tema con el subdirector general de Comunicación e Información, por nuestra parte le expresamos todo lo que pensamos al respecto", dijo Kuznetsov al calificar la situación de "repugnante".
Recordó que antes de que se publicasen estos artículos sobre el COVID-19 en Rusia, la Unesco alabó el trabajo de esos medios trabajo diciendo que se comportan correctamente ante la pandemia y evitan noticias falsas.
Kuznetsov apuntó a la importancia de que las secretarías de las organizaciones internacionales "se comporten de acuerdo con sus mandatos, es decir, que adopten posiciones neutrales y no actúen en los intereses de un grupo de países sino en los intereses de toda la comunidad internacional".
Rusia rechaza de plano las acusaciones de manipular las estadísticas de COVID-19 e insiste en que nunca ha ocultado los datos.
La representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Rusia, Melita Vujnovic, también negó que el país rebaje intencionadamente la mortalidad por el COVID-19.
La semana pasada las embajadas rusas en EEUU y el Reino Unido exigieron a Financial Times y The New York Times que se retracten sus publicaciones sobre la tasa de letalidad del coronavirus en Rusia.
Por su parte, el pasado viernes 15 de mayo Financial Times publicó una carta del embajador ruso en el Reino Unido, Andrei Kelin, quien insiste en que el artículo del periódico británico lleva declaraciones imprecisas y le falta el profesionalismo y la imparcialidad.
En su carta el embajador también defendió la gestión de la epidemia en Rusia.