El gobernador de Río de Janeiro (sureste), Wilson Witzel, escribió en su cuenta de la red social Twitter que "nadie" conseguirá hacer un trabajo serio con las interferencias del presidente en los Ministerios y en la Policía Federal: "Es por eso que los gobernadores y los alcaldes tienen que liderar la crisis de la pandemia y no usted, presidente".
Minha solidariedade, ministro @TeichNelson. Presidente Bolsonaro, ninguém vai conseguir fazer um trabalho sério com sua interferência nos ministérios e na Polícia Federal. É por isso que governadores e prefeitos precisam conduzir a crise da pandemia e não o senhor, presidente.
— Wilson Witzel (@wilsonwitzel) May 15, 2020
El gobernador de Sao Paulo (sureste), Joao Doria, remarcó que Brasil se levanta "asustado" con crisis diarias cada día, con agresiones a la democracia y a ministros de su propio Gobierno: "Presidente, gobierne (…) pare con las agresiones, basta de colocar al país en un caldero interminable de intrigas", lamentó.
Sin embargo, en los últimos meses se distanciaron y durante la pandemia elevaron el tono de las críticas contra el presidente; también están al frente de los dos estados más impactados por el coronavirus.
El gobernador del estado de Maranhão (noreste), Flávio Dino, afirmó que la confusión que Bolsonaro crea es "única en el planeta" y confió en que las instituciones juzguen cuanto antes la producción de "tantos desastres".
Camilo Santana, gobernador del estado de Ceará (noreste), el tercero con más muertes por COVID-19, lamentó en las redes sociales que en medio de la "gravísima crisis sanitaria" que vive el país el Gobierno central continue dedicado a discusiones políticas e ideológicas: "Es un insulto al país".
"O el presidente deja al Ministerio actuar, siguiendo las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o vamos a perder a cada vez más brasileños", criticó.
Teich asumió el cargo en sustitución del exministro Luiz Henrique Mandetta, que también abandonó el Gobierno por estar en desacuerdo con el fin de las medidas de aislamiento social y otros puntos de la visión de Bolsonaro sobre cómo gestionar la crisis sanitaria.
