Capturas de pantalla de una presunta conversación que mantuvo con Bolsonaro. Fue lo que publicó el medio Jornal Nacional-Globo, tras haberlas recibido del propio Sérgio Moro. El contexto: el presidente pide interferir en la investigación de sus diputados aliados.
Tras la negación por parte del mandatario, Globo le pidió a Moro que presentara pruebas que respaldaran sus acusaciones. Algo que hizo y desató el escándalo que se suma a los anteriores que viene protagonizando la Administración Bolsonaro.
En opinión de Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, la complicada situación de Brasil cobra relevancia a nivel regional por la importancia que tiene, en parte por su ubicación geoestratégica –limita con 10 países en América del sur–, y por su dimensión y potencialidad económica.
"En este escenario se han venido desarrollando en los últimos años unos cambios copérnicos en lo que es la política nacional e internacional que venía sosteniendo Brasil durante décadas", explica el analista en referencia a los anteriores Gobiernos del país sudamericano.
La fama le precede a Moro quien fue el juez que hizo detener al expresidente Luis Inácio Lula da Silva, lo que le impidió que fuera candidato a la presidencia en las elecciones que finalmente ganó Bolsonaro, apunta el experto.
La importancia de Sergio Moro radica en que fue "el hombre que incorporó a las clases medias urbanas al bolsonarismo a través de la famosa presencia de la lucha contra la corrupción, el honestismo, etc. Todo un modelo que se vino trabajando en Brasil a través de los medios de comunicación para implementar la posibilidad de un cambio político, que previamente fue acompañado con el impedimento a Lula da Silva de ser candidato, pero también de un golpe palaciego que dieron a la expresidenta Dilma Rousseff", detalla Pereyra Mele.
Según el analista, Bolsonaro "quiere funcionar a través de un modelo que se llama 'parálisis institucional', porque como ha perdido sus alianzas en las Cámaras de diputados y senadores, esto lo ha llevado a apoyar las últimas manifestaciones que hemos visto pidiendo la intervención al Parlamento, o sea, prácticamente instaurar una nueva dictadura. Esta es la realidad de hoy de Brasil", concluye Carlos Pereyra Mele.