"El represor Gonzalo Sánchez ya se encuentra en el país", destacó la Cancillería en un comunicado.
Conocido como "Chispa" en los expedientes judiciales, el represor será puesto a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 12, subrogado en la actualidad por el juez Rodolfo Canicoba Corral.
Nacido el 30 de julio de 1951 en la capital argentina, el represor pasó a integrar la Prefectura Naval Argentina el 1 de enero de 1975.
El genocida formó parte del Grupo de Tareas 3.3.2 de la Armada que operó en el centro clandestino de detención de la Escuela Superior Mecánica de la Armada (ESMA), en la ciudad de Buenos Aires.
El 25 de marzo de 1977, Sánchez intervino en el operativo en el que fue emboscado el periodista y escritor Rodolfo Walsh, integrante de la organización guerrillera Montoneros.
Búsqueda y captura
El juez federal argentino Sergio Torres solicitó en 2011 a Brasil la extradición del represor para ser indagado en tres expedientes judiciales relacionados con delitos de lesa humanidad.
Otra de las causas indaga en el secuestro del autor de "Operación Masacre", que durante la emboscada fue herido de muerte al tratar de resistir y herir con una pistola a uno de sus agresores antes de que se lo llevaran en un automóvil, y cuyo cuerpo fue visto por sobrevivientes de la ESMA en el predio donde funcionó el centro de exterminio.
Sánchez fue a vivir durante la década de los años 90 a la ciudad de San Antonio Oeste, en la provincia argentina de Río Negro (sur), donde fue declarado persona no grata por parte del Concejo Deliberante tras presumir de su pasado represivo.
A comienzos de 2000, el genocida de fugó a Brasil, donde evitó una orden de captura tramitada por el juez federal Sergio Torres, a cargo de la pesquisa de la megacausa ESMA.
En 2013 Sánchez fue detenido en la ciudad brasileña de Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, pero una vez recibió en 2016 la prisión domiciliaria, consiguió escapar de nuevo.
En un fallo que votaron la mayoría de los magistrados brasileños, se consideró que "los delitos de secuestro tienen naturaleza permanente y, por lo tanto, no prescriben en la medida en que no sean encontradas las víctimas".
"Por la importancia del arresto como una contribución al proceso de memoria, verdad y justicia, el presidente Alberto Fernández siguió en detalle los trámites de la extradición y el canciller Felipe Solá supervisó en todo momento de manera personal la marcha de las gestiones entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, el Ministerio de Justicia de aquel país, la embajada argentina y el consulado en Río de Janeiro", destacó la Cancillería.
Ésta es la primera extradición que concede a Argentina el presidente brasileño Jair Bolsonaro, que se jacta de la dictadura de su propio país además de reivindicar figuras como al dictador paraguayo Alfredo Stroessner (1954-1989) y al de Chile Augusto Pinochet (1973-1990).
El terrorismo de Estado en Argentina causó 30.000 desaparecidos y se apropió de al menos 500 niños nacidos en cautiverio.