"No es descartable una segunda oleada de contagios, pero si se mantienen las medidas recomendadas de distanciamiento social, de higiene de manos y uso de mascarillas en el transporte público, se puede evitar un rebrote", dijo Illa en una rueda de prensa tras la reunión semanal del Consejo de Ministros.
En esa comparecencia, el titular de Sanidad volvió a valorar positivamente la evolución de la epidemia en España, que en las últimas 24 horas registró 176 muertes y 426 nuevos contagios, muy lejos de los picos de 950 fallecidos y 9.222 transmisiones alcanzados a principios de abril.
"No podemos olvidar todo esto en una semana. Una cosa es que vayamos progresivamente de camino a la normalidad gracias a las medidas de transmisión tan restrictivas que hemos adoptado, pero no podemos olvidar todo tan rápido", señaló el ministro.
En ese sentido, Illa destacó especialmente lo sucedido en las últimas jornadas en la ciudad china de Wuhan, Singapur y Corea del Sur, lugares que a pesar de contener el virus siguen detectando nuevos focos de contagio.
"Lo más importante para evitar esto es tener un buen sistema de detección precoz, junto a un mecanismo correspondiente de vigilancia, lo que coloquialmente se conoce como rastreadores", añadió.
El Gobierno denegó la entrada en esa fase para los territorios más afectados como Madrid y Cataluña, pero también para la Comunidad Valenciana, Castilla y León y partes de Andalucía o Castilla-La Mancha.
Ante a las quejas de los territorios que se quedaron fuera —sobre todo de Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, que pidieron oficialmente pasar a la nueva fase—, Illa respondió recordando que la amenaza de un rebrote es real, por lo que "no debemos perder ni la prudencia, ni el respeto al virus".