Su reciente estudio revela que el coronavirus puede infectar los ovarios, el útero, la placenta y otros órganos del sistema reproductivo femenino, ya que la superficie de sus células contiene la proteína ACE2 que sirve de puerta de entrada al patógeno. Esta proteína está presente no solo en los pulmones, sino además en el hígado, los riñones y el sistema nervioso central.
"El SARS-CoV-2 puede infectar los ovarios, el útero, la vagina y la placenta a través de la expresión ubicua de la ACE2", informa la publicación. En última instancia, amenaza a las pacientes con ser infértiles una vez han superado la enfermedad.
Los trastornos menstruales, el síndrome de dificultad respiratoria fetal si la mujer está embarazada y otras patologías también pueden acabar desarrollándose, al igual que el contagio de madre a hijo.
Sin embargo, los hombres que han pasado por el COVID-19 no deben temer acabar siendo infértiles, según creen los urólogos y virólogos rusos. El patógeno puede causar una inflamación de los tejidos testiculares en la fase terminal de la enfermedad, pero no hay pruebas de que tenga un impacto negativo en la función reproductiva de los pacientes curados.