La tecnología inalámbrica vio la luz en 2017. Sin embargo, en aquel entonces, era demasiado ineficiente como para utilizarla fuera del laboratorio. A diferencia de los cargadores inalámbricos tradicionales —que utilizan un emisor de campo magnético que oscila a una frecuencia específica y es muy sensible a la distancia entre la fuente y el receptor—, era capaz de transmitir electricidad independientemente de los cambios de la distancia.
Ahora, los investigadores lograron aumentar la eficiencia del cargador al 92% con reemplazar el amplificador con un sistema de "conmutación". Ahora, es capaz de transmitir hasta 10 W a una distancia de hasta 91 centímetros. En cuanto a la velocidad de la transmisión, solo es de unos milisegundos.
"Es un paso significativo hacia un sistema práctico y eficiente para recargar de manera inalámbrica automóviles y robots, incluso cuando se mueven a una alta velocidad", explicó uno de los creadores de la tecnología, Shanhui Fan, en un comunicado.
El investigador subrayó que todavía es necesario aumentar la potencia del dispositivo para poder recargar un auto en movimiento, pero "ya están dentro del rango de la utilidad práctica" para recargar robots.