Algunas de sus quejas se deben tanto a los intentos de la empresa de Elon Musk de sacrificar la calidad para reducir el costo del modelo, como a los problemas técnicos y de software. Según se queja Sibila, Tesla optó por retirar del auto algunas piezas específicas de las generaciones anteriores, "aunque eso es bastante raro, ya que no se trata de piezas grandes ni costosas".
En el vídeo de Sibila, se ve que, en el lugar donde se encontraba el llamado pedal de descanso, o una especie de reposapiés de goma, ahora no hay nada más que un pedazo de alfombra.
Sibila agregó que los creadores del Tesla de tercera generación también optaron por quitar los ganchos para bolsas de supermercado del maletero, aunque "literalmente, cuestan unos dos dólares".
El propietario del auto señaló que, pese a que debería ser un "ordenador sobre ruedas", el vehículo ni siquiera tenía el software de la última generación instalado cuando lo adquirió: estaba equipado con el sistema V9, aunque ya estaba disponible la versión 10. También hay ciertos problemas con el servicio de streaming Spotify.
Otro problema, cuyo origen el bloguero desconoce, tiene que ver con el retrovisor del lado del conductor. Por alguna razón este no guarda su posición y Sibila lo tiene que reajustar cada vez que se pone al volante.
En cuanto al sistema de pilotaje automático, tardó mucho tiempo en empezar a funcionar "de manera sólida".
"No mucha gente sabe esto, pero tu coche tiene que calibrarse antes de que puedas utilizar el piloto automático por primera vez", reveló Sibili.
El bloguero subrayó que la primera calibración duró alrededor de cinco minutos, y aun así, el sistema de pilotaje automático de su auto "estaba saltando de un lado a otro dentro del carril" durante los primeros 4.800 kilómetros. No obstante, ahora que recorrió una distancia de más de 10.400 kilómetros, el problema se ha solucionado completamente.