Se trataba de la 5 División Wiking, la 44 División de granaderos Wallenstein y la 2 División Das Reich. Las tropas nazis intentaron retirarse de Praga presas del pánico hacia el oeste antes de que comenzasen los combates. Buscaban rendirse ante las tropas estadounidenses para evitar represalias por las atrocidades cometidas durante la invasión a la URSS.
Dos días más tarde, cuando las fuerzas soviéticas y las de EEUU se reunieron cerca de las ciudades de Ceske Budejovice y Chemnitz, los restos de las SS ya habían logrado atrincherarse en una colina cerca del pueblo de Slivice. Crearon un sistema de trincheras y refugios con ametralladoras y enterraron las piezas de artillería y de tanques.
El grupo de reconocimiento y de sabotaje comandado por el capitán Evgueni Olesinski fue el primero en dar con las posiciones fortificadas de las SS. Utilizando el factor sorpresa, sus soldados y varios guerrilleros locales atacaron a las divisiones nazis. Pero tuvieron que retroceder y perdieron en la batalla a al menos 13 personas. El teniente general y comandante del 2 Cuerpo mecanizado Karp Sviridov y varias brigadas de tanques acudieron a apoyarlos.
El 12 de mayo Puckler-Burghauss firmó su capitulación y se dirigió a su villa para quitarse la vida. Cerca de 6.000 soldados de la Alemania nazi fueron capturados, y 56 militares soviéticos fallecieron en aquellos combates. Las unidades checas antifascistas perdieron a 46 efectivos.