El decreto de nombramiento fue publicado la víspera.
Saakashvili escribió en su cuenta de Facebook que su designación para ese cargo muestra que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, está dispuesto a "dar pasos extraordinarios contra los que lo disuadía un gran número de personas".
Según el también exgobernador de la región ucraniana de Odesa, los que se opusieron a su nombramiento son "los que quieren que Ucrania mantenga el status quo, pero el status quo es un pantano".
"Hay que sacar del pantano a Ucrania y lo puede hacer solo un presidente que nunca ha sido un ladrón ni nunca lo será (estoy seguro de que el presidente Zelenski es de este tipo) y que tiene la ambición de permanecer en la historia de Ucrania como una persona que pudo hacer algo por su pueblo y por cada ucraniano", afirmó.
El político dijo estar dispuesto a ayudar a Zelenski tanto como sea posible.
"Sin una buena cooperación con la Rada Suprema [Parlamento], con el Gobierno, con la sociedad civil y el empresariado, no nos saldrá nada, pero nosotros sí debemos salir ganadores", añadió.
Saakashvili, presidente de Georgia entre 2004 y 2013, fue nombrado gobernador de la región ucraniana de Odesa en mayo de 2015.
El otrora aliado del expresidente ucraniano Petró Poroshenko se convirtió en su férreo enemigo y llegó a acusarlo de apoyar la corrupción en el país.
En julio de 2017, Poroshenko decretó la anulación de la ciudadanía ucraniana que se le había concedido a Saakashvili dos años antes.
En febrero de 2018 Saakashvili fue deportado a Polonia, desde cuyo territorio había ingresado ilegalmente a Ucrania meses antes. En mayo de 2019 Zelenski restauró la ciudadanía ucraniana de Saakashvili.
En Georgia, su país de origen, Saakashvili tiene pendiente una orden de captura por malversación de fondos públicos y represión violenta de una manifestación pacífica cuando gobernaba el país.
El Ministerio de Justicia georgiano advirtió que Saakashvili será detenido en cuanto entre en Georgia.