"De manera excepcional se autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos abreviados para la evaluación del maíz, caña de azúcar, algodón, trigo y soya, genéticamente modificados en sus diferentes eventos", dispuso un decreto firmado el jueves 7 por la presidenta, Jeanine Áñez, y divulgado este viernes 8 por la agencia de noticias Fides.
La introducción de variedades resistentes a plagas y al estrés hídrico, o cambios bruscos entre sequías e inundaciones, ha sido demandada en los últimos años por los productores agrícolas, especialmente los del departamento de Santa Cruz (este), el principal proveedor interno de alimentos y exportador de oleaginosas.
En marzo del año pasado, el Gobierno de Evo Morales autorizó el uso de una nueva semilla de soya (HB4, desarrollada en Argentina) solo para 250.000 nuevas hectáreas de cultivos, parte inicial de un programa de producción de biodiésel.
La soya es el principal cultivo de Santa Cruz, con más de un millón de hectáreas en producción en 2019 al margen de los cultivos ligados al biodiésel.