La influenza o gripe estacional mata cientos de miles de personas cada año y, sin embargo, no es una preocupación mundial. Esto se debe a que ya está instalada en la sociedad y presenta un número casi constante de infectados.
"Una vez que una persona se infecta en un cierto período de tiempo, por ejemplo dos días, contagia a tres personas. Estas a su vez van a contagiar cada una a otras tres, por lo tanto ya son nueve. Estas van a infectar a otras tres cada una y vamos a tener 27, luego 81. Existe un factor constante en el tiempo que indica en cuánto va a aumentar la cantidad de personas enfermas. Esto es típico de un crecimiento exponencial sostenido", explicó el físico y divulgador uruguayo Martín Monteiro.
En los países en los que más se multiplicó el número de infectados de coronavirus, como Italia y España, se alcanzaron tasas de crecimiento de entre el 30 y el 50% cada día. Es decir, si un día había 100 casos, al otro día había al menos 130 y al siguiente 169.
Pero si se toman medidas de aislamiento social desde el inicio, como sucedió en muchos países de América Latina, se puede cortar este crecimiento exponencial natural de la pandemia. Esto permite que el número de recuperados supere al de infectados y que, por lo tanto, no colapsen los sistemas de salud.
Asintomáticos y tasa de mortalidad
"Si no se conoce con certeza la cantidad de personas infectadas, la tasa de mortalidad parece mucho más grande de lo que es [actualmente se ubica en el 7%]. Algunas estimaciones indican que la verdadera tasa de fatalidad podría ser mucho más baja, similar a la de una gripe común", concluyó Monteiro.