El coronavirus COVID-19 —que surgió en diciembre en la ciudad de Wuhan en China— ya ha infectado a más de 80.000 personas y ha provocado alrededor de 2.600 muertes en todo el mundo.
"Existen enfermedades propias de un sitio que se llaman endemias. Pero cuando llega una enfermedad nueva a ese lugar se la conoce como epidemia. Esta palabra también implica un aumento de casos mayor de lo esperado. Y cuando esto no se da en un solo país sino que se extiende a otros ya puede llamarse pandemia", explicó Soto.
De acuerdo a este criterio, el coronavirus ya podría entrar dentro de esta última categoría. Sin embargo, otros aspectos como la cantidad de casos, la propagación incontrolable de la enfermedad y la mortalidad excesiva, influyen en que el proceso se defina o no como pandemia.
"Incluso la palabra epidemia se asocia con mucha gravedad y genera consecuencias políticas y socioeconómicas en un país. Por esta razón, a las epidemias pequeñas le llamamos brotes. La palabra pandemia trae efectos aún peores, por eso quizás tengan cautela en llamarla así", agregó el epidemiólogo peruano.
¿Estamos preparados para una nueva pandemia de coronavirus? Para él no, ya que nunca se sabe cómo se va a comportar el nuevo microbio. Sin embargo, sí se pueden tomar ciertas precauciones que, en general, son las mismas para cualquier virus.
"Si una persona tiene un proceso respiratorio agudo: tos, estornudos, flemas, tiene que eliminar la expectoración en un papel descartable, lavarse las manos continuamente y estornudar en el codo para no contagiar al resto. Y lo ideal es que toda persona que tenga esta sintomatología, con fiebre y malestares, descanse en su casa", concluyó Soto.