Los investigadores británicos notaron que una gran cantidad del material rocoso que cae en la Tierra es pequeño, y aunque también caen meteoritos un poco más grandes estos son poco frecuentes.
Según el estudio publicado en la revista Geology, la caída de estas rocas espaciales a la Tierra generalmente son registradas en la Antártida debido a que el hielo y la nieve facilitan la detección y preservación de este material espacial.
El equipo de investigadores considera que estos cálculos podrían contribuir a evaluar el riesgo de la Tierra ante posibles impactos de meteoritos que representen una amenaza para nuestro planeta.