"Estoy de acuerdo en revocar esa vista judicial y fijarla en otra fecha", declaró en una sesión administrativa que se celebró telemáticamente.
El fundador de WikiLeaks no pudo seguir esta sesión preliminar por motivos de salud, según declaró el equipo de su defensa.
Las dificultades técnicas de la audiencia, que se desarrolló en dos vías paralelas de comunicación, dejaron latentes los obstáculos que persistirán de seguir adelante con un proceso judicial en medio de la pandemia del coronavirus.
"El señor Assange encarará la batalla de David contra Goliat con sus manos atadas a la espalda", protestó Edward Fitzgerald, principal letrado del periodista australiano en el proceso contra la orden de entrega a EEUU.
Fitzgerald se refirió a los problemas de comunicación durante la vista y la falta de acceso a su cliente, quien sigue recluido más de 23 horas en la celda debido a las restricciones y precauciones sanitarias contra el SARS-CoV-2.
Fitzgerald agregó que celebrar por vídeo y conexión telefónica la segunda fase del juicio, en que están llamados a declarar decenas de testigos, no va en el "interés de la justicia transparente".
La voz de los abogados llegaba tan quebrada y distorsionada al canal abierto a los medios de comunicación, incluido Sputnik, que la jueza solicitó a un ujier que repitiera por el sistema cada argumento de la defensa.
"El señor Assange solo tiene una oportunidad de presentar su caso ante usted y si es extraditado se enfrenta a un destino en que su vida está en riesgo", recordó el reputado abogado.
Baraitser había rechazado hasta la fecha todas las reclamaciones de la defensa del australiano, desde la libertad condicional, al arresto domiciliario o aplazamiento del proceso durante la crisis del coronavirus.
La Fiscalía británica, que representa a EEUU, apoyó plenamente posponer las sesiones judiciales.
"El abogado fiscal ha dicho que no será justo proceder por video conferencia", repitió el ujier por la conexión telefónica.
La juez aceptó finalmente la nueva realidad de la orden de confinamiento nacional, que el Gobierno espera prolongar en las próximas semanas.
La fecha de la reanudación del juicio contra Assange se fijará en otra vista preliminar, prevista en principio para el 4 de mayo.
EEUU reclama la extradición del exdirector de WikiLeaks para juzgarle por 17 presuntos delitos de espionaje y uno de intento de intromisión en sistemas informativos, que se penalizan con hasta 175 años en prisión.
Todos los cargos están relacionados con la obtención y difusión de informes militares y diplomáticos, que desvelan aparentes abusos de poder de oficiales estadounidenses.