El pleno de la Cámara catalana aprobó las cuentas por 65 votos a favor, 61 en contra y ocho abstenciones en una sesión a la que solo asistieron presencialmente una veintena de los 135 diputados de la legislatura.
Los partidos independentistas presentaron y defendieron unos presupuestos diseñados antes de la emergencia por el coronavirus, que la oposición rechazó por considerarlos "estériles" y "caducados".
Sin embargo, el vicepresidente y responsable de Economía en la región, Pere Aragonès, defendió que se trata de una "caja de herramientas" para luchar contra el COVID-19 preferible a los números de 2017 con los que actualmente cuenta el Gobierno catalán.
"Serán la primera piedra para la reconstrucción y para un plan de rescate económico y social", defendió el responsable económico de Cataluña durante su intervención en el pleno.
Los números para 2020 incluyen un aumento del gasto público de más de 3.000 millones de euros, aunque el Gobierno catalán calcula que solo las medidas para hacer frente a la crisis del coronavirus ya costarán a Cataluña entre 1.800 y 2.000 millones.
No obstante, el líder independentista evitó mencionar el asunto de las futuras elecciones en Cataluña, que el pasado enero prometió convocar inmediatamente tras la votación de estos presupuestos.
La sesión parlamentaria se alargó durante más 12 horas por la cantidad de asuntos que los partidos abordaron, al tratarse del primer pleno celebrado desde principios marzo, cuando la crisis sanitaria obligó a paralizar la actividad de la Cámara.