Entre 14 y 10 millones de años atrás, en el Mioceno, en el mar Negro, Caspio y de Aral, se encontraba el mar de Sarmata, mientras que la actual península de Crimea y la región del Cáucaso eran sus islas. El mar de Sarmata fue habitado por las ballenas barbadas de la familia Cetoterium, parientes de la moderna ballena azul. Tenían un tamaño bastante modesto (entre tres y cuatro metros de longitud) y se alimentaban de pequeños organismos acuáticos, filtrándolos como las ballenas barbadas actuales.
En 2018, en la orilla derecha del río Melek-Chesme, a cinco kilómetros al noroeste de la ciudad rusa de Kerch, los científicos del Instituto Paleontológico Borisyak de la Academia de Ciencias de Rusia y la Universidad Vernadsky de Crimea encontraron un esqueleto de cetáceo casi completo y fragmentos de esqueletos de tres individuos más: partes del cráneo, vértebras lumbares, huesos de las extremidades anteriores. Se ubicaron de manera similar a como se encontraban los huesos de Zygiocetus en Adigueya, se subraya en un informe de la Academia de Ciencias de Rusia.
Crimea estaba en la parte central del mar de Sarmata. El descubrimiento de Zygiocetus cerca de Kerch indica que estos cetáceos también habitaban zonas marítimas más cerca del centro del embalse, y no solo en el Cáucaso. Y el hecho de que los restos de Zygiocetus yacen cerca del río Melek-Cesme, al igual que los huesos de animales de la misma especie se ubicaron en Adigueya, sugiere que las Zygiocetus a menudo fueron arrastradas a tierra en esta región.
Las últimas décadas los únicos cetáceos que habitaban el mar Negro eran los delfines. Sin embargo, despues de la entrada de Crimea en Rusia se registraron las entradas de ballenas reales, quizas, por el aumento de la masa del bioplancton y la formación de grandes grupos de estos pequeños crustáceos en el mar Negro.