"Les pedimos a todas las comunidades de los 340 municipios paciencia, respeto y buen trato a nuestros compañeros y hermanos migrantes deportados, porque al igual que todos nosotros, ellos están expuestos a esta terrible enfermedad, de la cual ninguno está libre", publicó el Foro en un comunicado difundido en sus redes sociales.
Este llamado coincide con exhortaciones similares desde el Gobierno central y la Iglesia Católica, a raíz de expresiones de discriminación y estigmas contra los deportados que llegan principalmente de EEUU, mayor foco mundial del nuevo coronavirus.
El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, llamó a no tratar a los deportados como delincuentes, luego de que pobladores del municipio Santa Catarina Palopó agredieran a un migrante recién salido de cuarentena y con un certificado de que no representaba un riesgo.
El cardenal guatemalteco Álvaro Ramazzini, obispo de la Diócesis de Huehuetenango, criticó en diálogo con el periódico Prensa Libre como muchas personas le dan la espalda a quienes otrora enviaban miles de dólares en remesas que sostenían la economía familiar.
Al menos 43 casos del COVID-19 fueron detectados entre casi 1.000 deportados retornados de EEUU, y según el Consejo Nacional de Atención al Migrante, 27 guatemaltecos murieron por dicha enfermedad en ese país, la mayoría de ellos en el estado de Nueva York (noreste).
El ministro de Salud de Guatemala, Hugo Monroy, afirmó la semana pasada que los casos entre los deportados dispararon las estadísticas del COVID-19 en el país, que actualmente registra 289 positivos y siete fallecidos por esta enfermedad.