Cada día la compañía produce en sus plantas un millón de mascarillas lavables y cada semana de sus cintas salen cerca de 100.000 trajes protectores desechables y 30.000 reutilizables. La mayor parte de este equipamiento suele suministrarse a los médicos que luchan en la primera línea contra la pandemia.
"Ya hemos producido el primer lote que nos pidió el Gobierno, que incluye 10 millones de mascarillas y 100.000 trajes protectores (...) Ahora pasamos a la segunda fase, que comprende hasta 100 millones de mascarillas, 10 millones de trajes desechables y un millón de los que pueden lavarse", destacó la vicedirectora general de la compañía, Anne Sutanto.
La empresa propuso al Gobierno un sistema de cuotas, según el cual un 80% de su producción se destinará a Indonesia y un 20%, al resto del mundo, según la ejecutiva.
" Si Indonesia no necesita tanto, podemos reducirlo al 50% o lo que sea necesario. No se trata solo de ganar dinero, sino también de cómo Indonesia puede ayudar a los demás, a pesar de que todavía está en medio de la pandemia", explicó.
Pan Brothers no es el único fabricante que ha cambiado de estrategia. La empresa taiwanesa Foxconn, responsable del ensamblaje de los iPhones, y el fabricante estadounidense de automóviles General Motors, también pasaron a producir equipamiento que se utiliza en la lucha contra el virus.
El Gobierno de Widodo ha empeorado su pronóstico respecto al crecimiento económico este año. En Indonesia esperan que este no supere el 2,3%, lo que apenas alcanza la mitad del pronóstico que se dio antes de la expansión de la pandemia, un 5,3%. En el peor de los casos las autoridades indonesias prevén que la economía pueda contraerse un 0,4%.
El Fondo Monetario Internacional también revisó sus expectativas al respecto, destacando que el crecimiento económico de Indonesia constituiría tan solo un 0,5%.