El 14 de abril Donald Trump, el presidente de EEUU, declaraba que Washington detendrá su apoyo económico a la OMS en vista de su mala gestión de la crisis sanitaria provocada por el SARS-CoV-2.
"Hoy ordeno a mi Administración que ponga fin a la financiación a la OMS mientras se lleva a cabo una revisión para evaluar el papel de la Organización Mundial de la Salud en el grave descontrol y encubrimiento de la propagación del coronavirus", dijo Trump durante una rueda de prensa.
"Necesitamos respuestas a las preguntas, necesitamos transparencia. Necesitamos que la OMS haga su trabajo, que cumpla con su función principal, que consiste en garantizar que el mundo tenga información detallada, actualizada, efectiva y real sobre lo que ocurre en el ámbito sanitario global. Y, en este caso, la OMS no lo ha hecho", comentó el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en una entrevista para Fox News.
"No es nada inesperada. Es la lógica de los estadounidenses. Trump considera que hay que reformar la OMS, que se ha convertido en una organización burocrática: que ha pasado de ser una organización dedicada a la lucha contra enfermedades a ser una oficina de estadística que constata y recuenta enfermedades", dice Domrin.
El especialista pone la estadística de las muy numerosas infecciones de coronavirus en EEUU en el contexto de campaña electoral que vive el país de cara a las elecciones presidenciales de noviembre de este año.
"Trump está en una situación muy complicada: tras tres años de mandato que solo ha cosechado éxitos, todos sus logros en el ámbito económico quedan prácticamente anulados. Y durante la campaña electoral, Trump será culpable de todo, de no haber podido con la epidemia. Esta es una gran baza para los demócratas", explica el experto.