El hundimiento económico derivado de la emergencia sanitaria de COVID-19 y el impulso del gasto público para paliar las consecuencias de la pandemia provocará además un endeudamiento del 113,4% del PIB español, 18 puntos más que en 2019.
En un informe de alcance mundial presentado este 15 de abril, el FMI asegura que los efectos económicos del brote de COVID-19 provocarán a nivel mundial un "impacto masivo en la producción y las finanzas públicas".
Además, la deuda pública subirá del 95,5 del PIB en el año anterior a un 113,4%, superando el último pico de 2014, cuando la deuda alcanzó el 100,7 del PIB español.
Se trata de un endeudamiento superior a la media mundial (96,4%) y la zona euro (97,4), aunque inferior al grupo de las economías avanzadas (122,4).
El informe del FMI prevé también que la deuda siga avanzando en 2021 hasta el 114,6%, y que el déficit fiscal se rebaje a un 6,7%.
Con respecto a estos datos, que en el caso español son los peores desde el rescate bancario de 2012, el organismo internacional reconoce que el aumento de los déficits presupuestarios "es necesario y apropiado" en el caso de muchos países.
"El brote de COVID-19 y sus consecuencias financieras y económicas provocarán un importante aumento de los déficits fiscales y los índices de deuda pública, en comparación con las proyecciones anteriores. A medida que la producción cae, los ingresos caen aún más bruscamente", augura el informe.
Añade el FMI sobre la situación mundial, que "el gasto sanitario necesario y las medidas fiscales y de gasto para apoyar a las personas y las empresas también tendrán costos fiscales directos".
Estas previsiones se hacen públicas un día después de que el mismo organismo pronosticara que la economía española cerrará 2020 con una caída del 8% y una tasa de paro del 20,8%, frente al 14,7% del año anterior.