Definió a esta crisis económica derivada de las medidas de restricción sanitaria como el 'Gran Confinamiento', en una analogía con la 'Gran Depresión' de la década del '30 del siglo pasado.
El organismo internacional proyecta que este año la economía global caerá un 3%, lo cual implica casi tres veces el retroceso de 2009, cuando estalló la burbuja de las hipotecas en EEUU.
Hace apenas tres meses, el FMI preveía un crecimiento global de 3,6%. Ahora espera que 170 países registren caídas de sus respectivos PIB, lo cual da una idea del grado de profundidad y velocidad que adquiere la actual crisis provocada por el COVID-19.
Si bien el organismo internacional indica que comienzan a aparecer señales de que la curva de contagios dejó de crecer en los países más afectados, la situación es de altísima incertidumbre, a punto tal que no se descarta el riesgo de un segundo brote.
Proyecciones 2020
Para América del Sur, el FMI estima una caída de 5,0%, para Centroamérica, 3,0% y para los países del Caribe, 2,8%.
Las cifras negativas para cada uno de los países son impactante. El COVID-19 se está propagando con gran rapidez y la región está siendo golpeada en forma muy dura por la pandemia.
El ranking de derrumbe PIB por países es el siguiente:
- Venezuela — 15,0%
- México — 6,6%
- Ecuador — 6,3%
- Argentina — 5,7%
- Brasil — 5,3%
- Chile — 4,5%
- Uruguay — 3,0%
- Colombia — 2,4%
- Bolivia — 1,0%
Muchos países de la región han reforzado la política sanitaria con medidas de contención, como cierres de fronteras y de escuelas, y otras medidas de distanciamiento social y cuarentena.
Las perspectivas económicas de la región son de ese modo muy negativas y la recuperación que el FMI había previsto para el 2020, hace unos pocos meses, no ocurrirá.
Diagnóstico
Ante la ausencia de una política de coordinación y cooperación global, en la cual el G-20 está demostrando una inacción impactante, el FMI ha asumido ese papel central.
En el documento de Perspectivas Económicas Mundiales plantea que la pandemia de COVID-19 tendrá un impacto severo sobre crecimiento global, y que existe una incertidumbre extrema en todo el mundo.
Los pronósticos económicos dependen entonces de factores inciertos que interactúan de maneras difíciles de predecir. Esos factores son:
- El camino de la pandemia;
- El progreso en la búsqueda de una vacuna y terapias de cura;
- La intensidad y eficacia de los esfuerzos de contención;
- El alcance de las interrupciones del abastecimiento y la pérdida de productividad;
- Las repercusiones del ajuste dramático del mercado financiero mundial;
- Los cambios en los patrones de consumo de la población;
- La modificación de comportamientos sociales (personas que evitan centros comerciales y transporte público);
- El impacto en la confianza;
- La volatilidad de los precios de los productos básicos.
En ese escenario de referencia, el FMI estima que la pandemia disminuirá en la segunda mitad de 2020, permitiendo un levantamiento gradual de las medidas de contención.
Vulnerables
El aumento resultante de los costos de endeudamiento sacará a relucir vulnerabilidades financieras de América Latina que se acumularon durante años de tasas de interés internacional bajas.
Aunque la fuerte caída de los precios del petróleo beneficiaría a los países que lo importan, afectará la inversión y la actividad económica de los que dependen mucho de su exportación.
El reporte del FMI estima que la actividad del sector de los servicios probablemente será la que más sufra como consecuencia de las cuarentenas y el distanciamiento social. Se destaca el turismo y la hotelería, así como el transporte.
Señala que registrarán una presión significativa los países con infraestructuras sanitarias deficientes y limitado margen de maniobra fiscal para ampliar los servicios de salud pública.
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, explicó que es probable que el impacto económico de la pandemia varíe debido a características regionales y propias de cada país.
Región por región
- América del Sur
Se enfrentará a una caída del ingreso por exportación, debido tanto al retroceso de los precios de las materias primas como a la reducción de los volúmenes de exportación, sobre todo a China, Europa y Estados Unidos, que son importantes socios comerciales.
El endurecimiento de las condiciones financieras afectará negativamente a las economías grandes e integradas financieramente y a las que sufren vulnerabilidades.
Las medidas de cuarentena adoptadas en varios países reducirán la actividad económica en los sectores de los servicios y la manufactura durante el próximo trimestre por lo menos, previéndose un repunte una vez que la pandemia esté contenida.
- América Central y México
La desaceleración de la actividad económica estadounidense recortará:
- El comercio internacional;
- La inversión extranjera directa;
- Los flujos turísticos;
- Las remesas.
Las principales exportaciones agrícolas (café, azúcar, plátano), así como las corrientes comerciales a través del canal de Panamá, también se verán afectadas en forma negativa por la caída de la demanda mundial.
- El Caribe
La menor demanda de turismo debido a las restricciones a los viajes y el "factor miedo" —aun cuando la pandemia retroceda— mantendrá un lastre más prolongado en la actividad económica de esos países.
La menor demanda de servicios de turismo afectará en particular a los pequeños estados insulares. Si los mayores efectos del COVID-19 se sienten en el segundo trimestre de 2020 y se concretan en prohibiciones o restricciones de viajar, la actividad turística en el Caribe se contraería en más de 25%, estima la CEPAL.
Las exportaciones de materias primas también sufrirán un fuerte impacto y es probable que la reducción de las remesas exacerbe las tensiones económicas.
Alimentos
En las Perspectivas Económicas Mundiales se proyecta que los precios de los alimentos disminuirán un 2,6% en 2020.
La CEPAL estima que el valor de las exportaciones de la región caerá por lo menos el 10,7% en 2020. La mayor parte de la reducción del valor de las exportaciones corresponde a la caída de sus precios, estimada en un 8,2%; además, se espera que el volumen exportado registre una contracción del 2,5%.
Medidas
El mexicano Werner indica que para el FMI la prioridad número uno es garantizar que se puedan afrontar los gastos sanitarios inmediatos a fin de proteger la salud de la población, cuidar a los enfermos y frenar la propagación del virus.
En el frente económico, aconseja medidas focalizadas en el plano fiscal, monetario y financiero para mitigar el impacto del COVID-19. Recomienda que los gobiernos deben recurrir a transferencias monetarias, subsidios salariales y medidas de alivio tributario para ayudar a los hogares y empresas afectados a hacer frente a esta interrupción repentina y temporaria de la producción.
Las bancas centrales deben suministrar abundante liquidez a las instituciones financieras, sobre todo para otorgar préstamos a las pequeñas y medianas empresas, que pueden estar menos preparadas para resistir crisis prolongadas.
Destaca que los países que han comenzado a tomar medidas de política económica encaminadas en esa dirección son:
- Argentina;
- Brasil;
- Colombia;
- Perú.
Sobresale Brasil con el anuncio de un plan económico de emergencia orientado a:
- Dar apoyo a los sectores socialmente vulnerables;
- Mantener el empleo;
- Combatir la pandemia.
El documento del FMI recuerda que, dadas las extensas vinculaciones económicas transfronterizas, son claras las razones para actuar frente a la epidemia de manera coordinada a escala mundial.