El estudio fue hecho por un equipo de investigación de NPR, una organización de medios independiente y sin fines de lucro, a partir de varios de los anuncios hechos por el propio Trump desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
Test de COVID-19 dentro de vehículos en cadenas minoristas no se realizan
Durante su discurso, Trump anunció un acuerdo con las principales cadenas de farmacias y tiendas minoristas para poder realizar los test de COVID-19 sin descender de sus vehículos (una práctica extendida en varios países para minimizar riesgos). Según el presidente, este mecanismo funcionaría "en localidades críticas identificadas por los profesionales de Salud Pública".
La organización también comprobó algunas fallas en la comunicación entre el Gobierno y las empresas. La cadena de almacenes Target, por ejemplo, no abrió ninguno de estos espacios para test y, al ser consultada, respondió que estaba esperando que el Gobierno tuviera la iniciativa para articular acciones.
Los test caseros prometidos no fueron implementados
Trump también anunció que habría test domiciliarios para aquellas personas que no pudieran dirigirse a los lugares de testeo o se encontraran en áreas rurales. En este anuncio estuvo acompañado por el empresario Bruce Greenstein, vicepresidente ejecutivo del LHC Group, una empresa dedicada a proveer servicios de salud en casa.
Desde la empresa finalmente respondieron a la organización que la compañía se centró primero en trabajar en conjunto con los hospitales para hacer seguimiento de los pacientes recuperados y en conseguir equipamiento para sus enfermeros. Los primeros servicios de testeo domiciliario comenzarían en New Orleans para luego recién expandirse al resto del territorio.
Google no desarrolló un sitio web para personas con COVID-19
"Google está ayudando a desarrollar un sitio web, que se está haciendo muy rápido, para determinar si se necesita un test, facilitar la prueba y determinar un lugar apropiado para hacerla", había anunciado el presidente Trump desde el Jardín de las Rosas. Enseguida, añadió que el gigante informático tenía a 1.700 técnicos trabajando en el sitio web.
Según NPR, el sitio tiene prestaciones similares a la anunciada por Trump —coordinar a los pacientes que requieren test— pero no tuvo participación del Gobierno Federal y solo está disponible en cinco condados del Estado de California.
La compra de petróleo y la habilitación especial de médicos no fueron autorizadas
Una de las medida anunciadas por Trump para mejorar la respuesta del sistema de salud es eliminar los requisitos para que médicos de otros Estados puedan desempeñarse en los territorios donde hay más necesidad de profesionales de la salud.
La Casa Blanca no pudo cumplir con ese objetivo puesto que, según ratificaron especialistas en derecho laboral y de la salud del país norteamericano, se trata de regulaciones que dependen de los propios Estados.
Trump también se estrelló contra una pared cuando intentó cumplir su anuncio de comprar "grandes cantidades" de petróleo, aprovechando su caída en el precio, para almacenar en las reservas estratégicas estadounidense. A pesar de la voluntad del Gobierno Federal, los fondos extraordinarios para esa compra deben ser autorizados por el Congreso. Un vocero del Departamento de Energía citado por NPR indicó que el parlamento no otorgaría esos fondos.
La cooperación entre el Gobierno Federal y las empresas no funcionó
Los desentendimientos con las cadenas de almacenes y Google son parte de un problema que también sufrieron otras compañías que respaldaron el anuncio del 13 de marzo —incluso sus ejecutivos estuvieron parados junto a Trump—: los problemas de cooperación entre la Casa Blanca y el sector privado.