El nombre de mafia, originario de Sicilia, se hizo genérico para diferentes organizaciones criminales, tanto en Italia como en el resto del mundo. En el país mediterráneo el fenómeno mafioso tiene raíces particularmente fuertes en las regiones meridionales, más pobres respecto al Norte.
En Sicilia actúan la Cosa Nostra y la Stidda, en Calabria la Ndrangheta, en Campaña la camorra, en Apulia la Sacra Corona Unita. Al mismo tiempo, las organizaciones criminales tienen fuertes lazos con otras regiones italianas. Basta decir que el 80% del volumen de negocios de la Ndrangheta calabresa, que alcanza los 55.000 millones de euros al año, procede del norte del país.
El estado frente a la crisis economica y social
Italia ya lleva cinco semanas en cuarentena. Miles de empresas, calificadas de no esenciales por el Gobierno, están cerradas. Una vez que las condiciones sanitarias permitan pasar a la así llamada fase 2, las autoridades empezarán a abolir las restricciones de manera gradual.
Una situación que pone en apuros tanto a los trabajadores como a los emprendedores que, tras un largo cierre, tendrán recursos muy limitados para relanzar sus actividades. La Confederacion General de la Industria Italiana (Confindustria) estima que para las empresas el coste económico del cierre cuarentenal alcanza 100.000 millones de euros al mes.
Las compañías necesitan mucha liquidez y ya solicitan medidas de apoyo. ¿Quién podrá asegurar el enorme flujo de dinero que mantendrá a flote la economía italiana?
"Coronavirus golpeará más la imagen de Italia que su economía"
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No es que las autoridades estén con los brazos cruzados. El Gobierno suspendió el pago de las hipotecas y aplazó los términos del pago de varios impuestos para el fin de año. Estos días unos 5 millones de trabajadores autónomos están cobrando un subsidio de 600 euros por el mes de marzo. Además, fue aprobado un decreto que prevé la asignación de 400.000 millones de euros a las empresas.
Sin embargo, dado que esa suma no se distribuirá directamente, sino a través de los bancos, las asociaciones empresariales temen que las ayudas no sean eficaces y que lleguen con retraso. Es aquí donde surge el peligro de la infiltración mafiosa. "Hoy las mafias pueden llegar antes que el Estado", advierte Lino Busà, coordinador de la asociación Sos Empresa, en una entrevista al portal Wired.net.
Empresas y trabajadores frente a la mafia
Las estructuras criminales tienen mucha liquidez, acumulada gracias al comercio de drogas, a las apuestas y otras actividades ilegales, y pueden prestar dinero en cuestión de días, si no de horas. Muchos empresarios que se enfrentarán con la bancarrota inminente, no tendrán otra opción más que dirigirse a la mafia.
Según Confesercenti, la asociación de empresas comerciales, turísticas y de servicios, en 2017, un año que ahora parece más que tranquilo, unos 200.000 empresarios italianos recurrieron a los mafiosos, quienes les prestaron unos 24.000 millones de euros a condiciones de usura.
Además de prestar dinero, los mafiosos disponen de otros métodos para poner las empresas bajo su control. Según un informe publicado por la Dirección de investigación antimafia en 2019, pueden hacerse socios y financiadores de empresas en dificultades, transformándolas, de hecho, en sus propiedades.
En cuanto a los trabajadores, muchos de ellos no tienen un empleo fijo o están involucrados en la economía sumergida. Si antes de la crisis se encontraban en una situación precaria, hoy están al borde de la desesperación, al verse privados de las ayudas que el Estado presta a los trabajadores regulares.
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Los mafiosos no tardaron en ofrecer sus servicios a los más vulnerables. En el sur del país los criminales suspenden la recaudación de los intereses de sus deudores y se dedican a la beneficencia, distribuyendo pan, pasta y otros víveres a las familias indigentes. Y cuando termine la emergencia, con los empresarios legales desangrados por la cuarentena, la colaboración con los mafiosos será la única opción para muchos precarios, sobre todo en el sur.
Según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, el volumen de la economía sumergida en Italia supera los 200.000 millones de euros. Dado el enorme impacto económico y social de la pandemia del COVID-19, esta cifra podría dispararse, amenos que el Estado intervenga de manera rápida y eficaz y ponga bajo su control estricto a los agentes criminales. Hoy para el Estado la mafia se convierte en un competidor más temible que nunca.