Las máscaras protectoras son un ejemplo particularmente llamativo, pues ahora casi todo el mundo depende de China, país donde se encuentra la mayor parte de la producción mundial. Según publica el medio alemán Die Welt, una encuesta mundial realizada por la consultora EY arrojó indicadores claros de que la mayoría de la empresas ya están realizando cambios en sus cadenas de suministro, no solo en la medicina sino también en casi todas las industrias.
Sin embargo, más de la mitad de las empresas de todo el mundo ya está tomando medidas para cambiar sus cadenas de suministro. El medio alemán pronostica que en un futuro el argumento decisivo para elegir un proveedor será no solo el nivel de los costos, sino también parámetros como la fiabilidad y la continuidad del suministro.
"El coronavirus identifica las vulnerabilidades de una economía globalizada y puede hacer que las empresas vuelvan a ser más activas en la producción local en el futuro", dice Philipp Wechter, economista jefe de la empresa francesa de inversiones Ostrum Asset Management.
Según los economistas, la globalización puede decaer aún más y rápidamente, ya que los gobiernos pueden aprovechar la preocupación por la salud de los ciudadanos y las nuevas restricciones al comercio, los viajes y la migración. De esta manera, los objetivos de varios políticos y otros oponentes a la globalización se harían realidad.