Monclova es un municipio de poco más de 200.000 habitantes clavado en el desierto central del estado de Coahuila en la frontera norte mexicana (frente a Texas, EEUU) que vive uno de los brotes silenciados del SARS-CoV-19 en México.
Camelia Muñoz y Sergio Rodríguez son dos reporteros locales que relataron a Sputnik los pormenores de este estallido, los avisos previos del personal sanitario que no fueron oídos a tiempo para evitar que el brote de contagios se haya situado en el Hospital público de referencia y cómo esta crisis ha sido atendida primordialmente por las autoridades locales, ante la impavidez del Gobierno Federal.
Aunque el Gobierno mexicano apostó por una estrategia de comunicación centralizada en una conferencia diaria en la ciudad de México en un intento por evitar fisuras en la información oficial, no ha dedicado mayor atención a la situación en el norte más que reportar el aumento diario de contagios en todo el estado de Coahuila. En esto se ha diluido el hecho que 64 de los 113 casos de ese estado (al 7 de abril) son en Monclova y, de estos, más de la mitad son trabajadores de la salud infectados. De los ocho fallecidos en el estado, seis son en Monclova y sus municipios conurbados.
Tres médicos muertos
El subdirector administrativo del hospital 7 del IMSS falleció en las primeras horas del miércoles 8 de abril y es el tercer deceso vinculado al coronavirus entre los trabajadores de salud local. Aunque al cierre de este artículo las autoridades de Coahuila no habían emitido aún la confirmación oficial sobre su fallecimiento, el administrativo había sido diagnosticado previamente como infectado por el COVID-19.
"Previo a que se decretara la fase dos de la emergencia sanitaria (el 23 de marzo de 2020) ya había protestas del personal médico ante la falta de insumos para la atención sanitaria de la pandemia, porque se anunció que el Hospital 7 del IMSS iba a reconvertirse para atender a los pacientes infectados por COVID-19 en la zona centro de Coahuila", refirió Muñoz, en diálogo con Sputnik.
"El personal empezó a asustarse porque les hacían falta mascarillas, guantes y señalaban públicamente que no tenían el material suficiente ni determinante para poder contener los contagios", expresó.
Las protestas que empezaron en el hospital 7 del IMSS se generalizaron al resto de las clínicas del estado, con el mismo reclamo. Muñoz refirió que hubo protestas breves, de minutos, para luego volver a las tareas de atención en las clínicas del IMSS número 16 en Torreón (región Laguna), en la número 2 y en la 89, ambas en Saltillo (capital del estado) y en la 51 de San Buenaventura (municipio conurbado a Monclova).
"Para el jueves 26 de marzo, había al menos cinco o seis médicos del seguro social asilados por tener sospechas de estar infectados y pronto rebasó el personal de urgencias y llegó al administrativo", agregó Muñoz, como puede probarse en el último fallecimiento de su subdirector técnico, un médico ajeno al área asistencial de urgencias: "el hospital se convirtió en el foco de infección"
El primer deceso ocurrió en la noche del 31 de marzo, cuando falleció un doctor de 45 años que trabajaba en el sector de urgencias del IMSS 7 infectado por el coronavirus. El domingo 5 de abril falleció en el mismo Hospital una doctora de la Unidad de medicina familiar número 9 del municipio de Frontera con el diagnóstico de "neumonía atípica".
El tercer fallecido en la madrugada de este 8 de abril que laboraba en el área administrativa confirmó que el problema ya desbordó la urgencia del hospital 7 del Seguro Social. "Los trabajadores sienten que el Gobierno Federal les ha dado la espalda y que no está atendiendo la grave situación con más de 50 trabajadores contagiados de ese hospital", señaló.
Al viernes 3 de abril, el Gobierno de Coahuila había facilitado 23 pruebas en una plantilla laboral de al menos 500 personas por turno, ante la falta de respuesta del Gobierno central para atender los reclamos de sus propios trabajadores.
Una alerta desoída
Sergio González es corresponsal del periódico El Siglo de Torreón en Monclova, donde vive desde hace años. En diálogo con Sputnik, el fotógrafo y reportero señaló que la autoridad respondió a comienzos de abril a un brote que empezó 10 días antes.
"Hay mucho miedo entre los mismos trabajadores del seguro porque no les entregaron equipo suficiente y algunos han señalado que los propios directivos se lo roban para utilizarlo en sus clínicas o consultas privadas. Los trabajadores dicen que tienen años viendo estas prácticas y que habían omitido denunciarlas, pero ahora que tienen el problema encima, no tienen equipos de seguridad", dijo González a este medio.
Aunque el Seguro Social depende institucionalmente del nivel Federal de Gobierno mexicano, fueron los poderes locales los que respondieron ante las protestas del personal de salud. González señaló como el Gobierno municipal de Monclova buscó el apoyo en empresas privadas para que surtieran de overoles antibacteriales, caretas de uso médico, tapabocas y botas de tela antibacteriales y los entregaron a la dirección del hospital 7.
"Se está dando un juego político muy interesante con esto porque, aunque la dirección federal del IMSS reconoció el contagio de sus profesionales dentro del hospital 7, argumentó que fue un doctor que se contagió en su consulta privada y que, por falta de profesionalismo, llevó el virus al seguro. Esto indignó al personal del Seguro quien afirma que el problema fue que llegó un paciente enfermo y no hubo protocolos adecuados para manejar la situación", agregó el reportero coahuilense en diálogo con Sputnik.
"El personal de urgencias reportó a la dirección del hospital la situación con el paciente enfermo y de otros dos doctores que reunían las condiciones para considerarlos sospechosos, pero la respuesta que recibieron fue que no se iba analizar a ninguno de los tres. Ya cuando los médicos se pusieron delicados de salud y el resto de sus compañeros ejerció presión manifestándose fuera del IMSS, el Gobierno local hizo pruebas solo a los que presentaban síntomas, a los asintomáticos no", relató González. Esa fue la primera pulseada, en que 32 trabajadores del hospital 7 dieron resultado positivo, como mencionó Muñoz más arriba.
Mientras tanto, el jefe del área médica de la Dirección de Prestaciones del IMSS, Eduardo Robles Pérez (que forma parte del equipo de López Gatell) viajó a Coahuila a comienzos de abril y confirmó la afectación de 32 de sus trabajadores y anunció la remoción del director del hospital 7 de Monclova argumentando que "por su edad iba a ser aislado y en su lugar iba a quedar otro médico", explicó González.
Los dos periodistas consultados para este artículo confirmaron que la autoridad municipal y estatal han sido las únicos que han respondido ante la crisis y que comunidad se ha volcado a demostrar su gratitud con el personal asistencial, donándoles equipo necesario o llevándoles comida y regalos como muestras de su valor.
Aunque la comparación pueda prestarse, Monclova no es como Wuhan, sino al revés: mientras el Gobierno central chino tomó control de la pandemia en la ciudad original del brote (y en toda la provincia de Hubei) ante el falta de capacidad de las autoridades locales para hacerles frente a tamaño desafío; en Monclova, al contrario, han sido las autoridades locales las que han respondido a los reclamos de los trabajadores de la salud que están conteniendo la pandemia, incluso aquellos que son trabajadores públicos federales.